NATALIA
Retomamos el viaje en absoluto silencio, en esta ocasión , Reche me pidió sentarse en la parte trasera del vehículo, ya que parecía no haber descansado como debería.
- Mi teniente, si no le importa que de aquí a Alicante conduzca otra, yo no soy capaz de mantenerme despierta sin poder hablar y sin poder poner música -pidió casi en una súplica.
De nuevo había dicho lo que le pasaba por la cabeza sin importarle la opinión de ella que podría hacerme, pero viendo lo visto en el día y medio que hacía que la conocía, tampoco me sorprendía mucho.
- Reche, eres una persona débil e indisciplinada, no se cómo conseguiste entrar en el cuerpo- respondí molesta.
Miré a Sabela, que sin necesitar que se lo dijera con palabras se ofreció a conducir.
- Yo la sustituyo si le parece bien, mi teniente - sonrió a Alba de manera cómplice- me apetece conducir.
- De acuerdo Reche , siéntate detrás y no quiero oír ni un murmullo. No quiero ni darme cuenta de que estás a mi lado ¿Recibido?
- Recibido, pero quiero que le quede claro que haberle hecho esta petición, no es signo de debilidad, es signo de respeto y de responsabilidad, no pienso poner en peligro a mis compañeras, entre las que está usted, porque mi orgullo me obligue a seguir conduciendo aun sabiendo que me puedo dormir en cualquier momento. Todos en un momento dado nos podemos hacer los inmortales, los súper héroes, pero es muy difícil que alguien admita sus limitaciones en ciertos momentos, y eso, es algo que debería valorar - finalizó justo antes de sentarse a mi lado en la parte trasera del vehículo.
La observé con desgana, me sacaba totalmente de quicio su absoluta impertinencia, aunque estaba empezando a asumir que no iba a conseguir corregir esa actitud, estaba claro que no podríamos trabajar mucho tiempo juntas, y si no la liaba antes, en cuanto acabase el caso, la iba a mandar de vuelta a su casa por vía exprés. Me subí al coche, no sin antes higienizarme las manos con mi gel hidroalcohólico, y la miré, estaba dándome la espalda con la frente apoyada en el cristal de su ventanilla, se comportaba como un niña pequeña a la que no le habían dejado salir al parque.
* Genial, encima ahora me ha tocado una niñata a la que educar*
Continuamos el viaje , que deseé no tuviera más sobresaltos, nos faltaban pocos kilómetros para llegar al hotel, y estaba mirando mi ipad, revisando los correos de mis jefes, las fotografías de los lugares donde aparecieron los cuerpos de las víctimas, las personas allegadas ellas, cuando sentí un fuerte golpe en el hombro y de repente humedecerse mi camisa.
Miré sobresaltada a mi lado derecho, y ahí me encontré a Alba, que ni se había inmutado, totalmente dormida y babeando sobre mi camisa Versace.
-¡Dios qué asco! - Grité horrorizada apartándola de un empujón - Reche, apártate de mí.
Se incorporó asustada mirando a todos los lados, totalmente desubicada.
- ¿Qué... qué ha pasado? - preguntó aún somnolienta.
- ¡Que te has dormido sobre mí y me has babeado encima! - exclamé de nuevo mientras buscaba unos pañuelos para secarme el líquido pegajoso que se deslizaba por mi hombro hacia mi pecho.
Las carcajadas de Sabela y Julia, no hacían sino irritarme aún más, y sólo lo empeoraba ver a la niñata rubia, aún desubicada sin entender qué había ocurrido.
-¿Qué? ... ¿Qué ha pasado? - preguntó de nuevo frotándose los ojos...
Sentí hincharse mi vena del cuello y deduje que estaba a punto de estallar, pero continué con la intención de limpiar con el único pañuelo que había encontrado, aquel sendero de babas que cada vez se extendía más sobre mi ropa.
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I GOT YOUR BACK
FanfictionNatalia es una Teniente de la Guardia Civil que trabaja en la Unidad de Homicidios del cuerpo. Experimentada y serena, ha entregado su vida por completo a su trabajo y la tiene perfectamente organizada y estructurada. Racional, metódica hasta un pu...