22.- Incertidumbre: Es una margarita cuyos pétalos no se terminan de deshojar.

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NATALIA

Cuando por fin vi que empezaba a moverse, a intentar abrir los ojos, pude respirar. Solté todo el aire que tenía acumulado en mis pulmones desde que, a las 06:33 horas de la mañana de dos días antes, sonó mi teléfono móvil y la voz quebrada de Julia me informada de lo ocurrido.

-Hola Nat, perdona que te moleste a estas horas - saludó con una voz inconfundible para mí.

- ¿Qué te pasa? - le pregunté sin más rodeos.

- Antes de nada, tranquila porque está bien ¿Vale? - su voz sonaba nerviosa, triste y a mí me estaba poniendo histérica.

- ¡Venga ya Julia, déjate de rodeos que me va a dar un infarto! - le exigí enfadada. Había dado un salto de la cama y estaba dando vueltas por la habitación como un pollo sin cabeza.

- Es Alba... anoche salió, se quedó sola y alguien le golpeó en la cabeza, ha aparecido inconsciente en la playa. Está viva, pero aún no se ha despertado.

Sentí que se me helaba la sangre, se me paraba el corazón y todo empezaba a dar vueltas. No esperaba esta reacción física en mí, pero lo cierto era que no podía ni hablar.

- ¿Nat, estás ahí? – La respiración nerviosa de Julia al otro lado del teléfono me hizo reaccionar.

- Sí... estoy aquí... ¿Qué ha pasado?, ¿cómo ha sido? ¿Qué le han hecho? ¿Dónde está?

- Tranquila, ¿Vale? Cuando te calmes te lo cuento todo.

- ¡No! ¡Me lo cuentas ya! – le ordené furiosa - ¿Así era como la ibas a proteger, Julia?

- Oye... eso no es justo... nadie esperaba esto, Alba tiene derecho a salir sin niñera ¿Sabes?

- Tienes razón, perdona, no ha sido culpa tuya, me disculpé porque sabía que estaba siendo muy injusta - ¿La has visto? ¿Dónde está?

- Sí la he visto, estoy en el hospital universitario con su madre, acabamos de llegar. Parece ser que no tiene lesiones cerebrales, por lo que se supone que en breve se debería despertar. Está bien, dentro de las lesiones.

- Dame detalles, Julia – prácticamente le estaba suplicando.

- No, ambas sabemos cómo te afectan ciertas cosas, no te voy a decir nada, y menos por teléfono.

- No hay problema, porque voy para allá ahora mismo.

- Nat, no tengas prisa, ella está bien...

- Voy para allá – le repetí furiosa, justo antes de cortar la llamada.

Llamé inmediatamente a Noemí nada más colgar a Julia y le conté lo sucedido.

- Me voy a Alicante, mi Comandante - le informé justo después de contarle lo que sabía hasta el momento.

- Espera, Natalia, no te precipites, habrá que resolver alguna documentación, tendrás que hacer un informe de lo ocurrido, no te puedes ir sin más - respondió ella intentando tranquilizarme en un intento totalmente inútil.

- Vamos que si me puedo ir... Noe, me voy a Alicante, no te estoy pidiendo permiso, te estoy informando, me voy.

- Oye cálmate Natalia, no hagas las cosas impulsivamente, la última vez no te salió bien.

- Espero no haber oído lo que creo haber oído MI COMANDANTE, me parece un golpe bajo y rastrero, pero ni aun así me vas a convencer. Me voy.

- Perdona Natalia, tienes razón no ha estado bien, sólo quiero que actúes con la calma y la serenidad que te caracteriza, siempre te ha ido mejor así, no lo tires ahora por la borda. Además, el Coronel no va a estar de acuerdo con esto.

I GOT YOUR BACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora