I GOT YOUR BACK

12.- Quien busque el infinito, que cierre los ojos

ALBA

En el coche, camino hacia Calpe, el silencio y la tensión casi se podían cortar. Conducía Sabela, Julia iba a su lado y Natalia y yo callábamos en los asientos traseros del vehículo.

No podía permanecer más tiempo en silencio, así que, aun a riesgo de recibir una nueva patada voladora, me decidí a preguntar por el caso.

- ¿Qué datos sabemos de la víctima y la escena? - pregunté tras aclararme la voz algo temerosa, un segundo antes.

Natalia permaneció en silencio.

- Mi teniente, sé que es duro, pero necesitamos conocer los datos y cuanto antes mejor - insistí con un tono lo más tranquilo posible.

Dio igual el tono que empleé, por que sin saber porqué, mis palabras debieron sentar a mi jefa como si le hubiera dado un latigazo.

- ¿Que es duro? ¿Te parece duro, Alba? - respondió mirándome como si hablase a una extraterrestre - no tienes ni puta idea de lo duro que es. Otra chica inocente muerta, otra familia a la que le vamos a tener que contar que hemos sido tan incompetentes que no hemos podido proteger a su hija.

- Natalia... lo sé, ¿Crees que esto es fácil para mí, o para Julia y Sabela? No lo es, hemos venido aquí a encontrar al asesino, hemos fracasado, exactamente igual que tú, somos un equipo, para lo bueno y para lo malo, tú lo dijiste y podemos hacer dos cosas, nos hundimos y nos retiramos del caso o nos ponemos las pilas desde ya y seguimos adelante para buscar la más mínima pista que nos pueda ayudar a localizar al autor.

No respondió, estaba claro que su cabeza estaba funcionado a mil por hora. Cogió su teléfono marcó un número y esperó la respuesta del otro lado de la línea mientras movía la pierna arriba y abajo de manera compulsiva.

- "Mi Comandante... A sus órdenes, como ya sabe, hay novedades. Sí, estamos llegando, aún no hemos hecho la inspección ocular ni hemos visto la escena. Ya, sí, lo sé. Necesito refuerzos, necesito que vengan Damion y María a la mayor brevedad posible, voy a reforzar los servicios en la universidad. Sí, es necesario. ¿Mañana aquí? Perfecto. No sabemos datos de la víctima, en cuanto veamos todo, la llamo para informarle. A sus órdenes. Gracias".

Cortó la llamada y me miró, se incorporó ligeramente en su asiento para hablarnos a las tres.

- En cuanto lleguemos quiero que seamos muy meticulosas con la inspección ocular, cualquier mínimo indicio, cualquier cosa que nos parezca una tontería, puede ser un detalle determinante. No quiero que se nos escape ningún detalle. Ya sabéis como funciona esto, lo examinamos todo por cuadrículas y yo me ocupo de revisar el cuerpo con el forense.

Diez minutos después, recorríamos el camino que llevaba a un pequeño bosque que había por la zona interior de la localidad. Llamaba la atención que en esta ocasión, no se decantase por una zona de costa para abandonar el cadáver. Las patrullas habían acordonado la zona y esperaban para informarnos.

- A sus órdenes mi teniente - saludaba e informaba el cabo uniformado que había llegado para acordonar la zona - ese hombre de allí encontró el cadáver sobre las 10:30 horas de la mañana, salió a caminar y se topó con la chica. Dice no haberse cruzado con nadie por el camino.

El hombre, un señor mayor con aspecto de buenazo y gesto compungido, estaba hablando con dos agentes que intentaban tranquilizarle dándole un poco de agua.

- ¿Qué sabemos de la chica? - preguntó Natalia dirigiéndose hacia el cuerpo, una vez que se había colocado el equipo de protección para no contaminar la escena.

- Hemos localizado su bolso a tres metros de donde ha aparecido, según su DNI se llamaba Vanesa Ramírez Almansa, tenía 21 años y entre su documentación hemos encontrado un carnet de la universidad de Alicante.