PRÓLOGO

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"Su cuerpo estaba cansado, no recordaba la cantidad de horas en las cuales sus piernas se habían mantenido en movimiento, sentía el viento calar hasta los más profundos de sus huesos como si espinas se incrustaran en ellos. La herida bajo su abdomen ardía en cada paso que daba, Su cabello largo se adhería a su frente por el exceso sudor.

Estaba agotado, perdido, solo y desesperado por más que quisiera detenerse a descansar, sabía que no podía hacerlo. Si paraba en ese momento lo más probable era que ese hombre lo encontrara para por fin poder matarlo y si algo estaba muy fresco en su mente era que el morir ese día no era considerado una opción, nunca lo sería.

No le daría al hombre que le desgracio la vida la oportunidad de acabar con él.

Ese obstinado pensamiento era quien lo impulsaba a mantenerse en pie, La negrura de la noche parecía caer en aquel bosque como un manto, No sabía si era una ventaja que se empezara tornar oscuro, pero no le importaba, debía seguir corriendo.

Tenía una misión poder llegar al otro lado y dar esa fatídica señal que cambiara el destino de todos a los que conocía.

Cuando faltaba poco para llegar a su destino, un leve recuerdo cruzo por su mente, el cual a pesar de ser muy viejo parecía encajar en la situación, Tenía apenas 14 años, se encontraba mirando las tiendas en el mercado cuando una anciana de unos 80 años se acercó.

A primera vista era extraña y misteriosa, pero a él se le hizo adorable por lo cual le sonrió con amabilidad, La señora con una mirada peculiar tomo sus manos mientras soltó una frase casi entendible: 'Lo que une a dos personas, puede destruir a miles'. Tras decir eso, la mujer dio la vuelta sin mirar atrás.

Jamás había entendido la razón por la cual me había dicho tal cosa sin sentido atribuí en ese momento a que ella ya estaba senil y era común decir cosas no tan cuerdas, sin embargo, justo ahora en este preciso momento en el cual corría por mi vida. Estaba unido, casi atado, a un hombre que destruyó a miles en su camino y que podría destruir a más si lo deseara. Tanto fue el caos que provoco que no solo lo destruyó a él, sino que también así mismo, todo impulsado por algo más fuerte que la ira o el odio, era un sentimiento que él hacía llamar Amor"

 Tanto fue el caos que provoco que no solo lo destruyó a él, sino que también así mismo, todo impulsado por algo más fuerte que la ira o el odio, era un sentimiento que él hacía llamar Amor"

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Esta es la primera historia que se publica en mi perfil, hací que denle cariño.

La inspiración nos salió de la canción "Daechwita" de Agust D.

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IMPERIO EN CENIZAS [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora