A pesar de los años transcurridos, el jovencito conservaba fresca en la memoria la imagen de su madre -con el pelo recogido en una trenza húmeda por haber jugado con él mientras le enjabonaba- tirando con desesperación del edredón para conseguir una superficie mullida.
Sus ojos estaban llorosos, claro, ¿cómo no iban a estarlo? Acababa de ver morir a su marido y a dos de sus hijos y ahora escuchaba con nitidez el paso lento de las bestias que iban en su busca, disfrutando del instante, conscientes de que sus víctimas no tenían otra salida que la maldita ventana.
Pero ella no le soltó en ningún momento; le estrechó contra su pecho, susurrando "tranquilo, mi amor, mamá está contigo", mientras se acercaba a la ventana. Le besó una vez más, sonrió y le sacó a través del vano, con los brazos estirados, lista para lanzarle sobre la ropa de cama y librarle de una muerte segura.
Por un momento, a pesar del miedo que le atenazaba, el pequeño tuvo la certeza de que su madre le salvaría. Los salvaría a ambos: caerían en blando y correrían juntos... Pero, entonces, vio la bala saliendo de su frente, a través del recién creado agujero chorreante, y sintió la sangre salpicándole la cara. La sonrisa de su madre desapareció. Sus ojos quedaron opacos. Abrió la boca, con un gesto de estupor, y sus brazos se aflojaron, dejando caer al chiquitín.
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La redención de Cáncer
Fanfiction*[CONTIENE LEMON Y VIOLENCIA]* Los caballeros de oro habían sido devueltos a la vida por Atenea tras lo acontecido en el muro de las lamentaciones y en Asgard. Sin embargo, no todos disfrutaban de su nueva oportunidad: Deathmask, atormentado por la...