27. "Muermo Woman"

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Kyrene se echó a reír con ganas hasta que notó que las miradas de todos estaban fijas en ella

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Kyrene se echó a reír con ganas hasta que notó que las miradas de todos estaban fijas en ella.

- Ah, ¿es que va en serio?

- ¡Pues claro que va en serio!

- Esperad, ¿y si yo no quiero?

- ¡Ya está "Muermo Woman" en acción! -proclamó Saga, con tono de hastío.

- Gatita, no seas aguafiestas, es solo un beso... -pidió Deathmask, pasándole dos dedos por la cintura con disimulo.

- Yo... si a ti no te importa, Kyrene... -Shaina se acercó a ella.

- Es que... o sea, así en frío...

- Por favor, hay temas de los que no quiero hablar con esta panda de colgados -le confesó la amazona al oído-. Me lo debes por lo del bar en Patras...

Kyrene reflexionó durante unos segundos: Shaina tenía razón, era lo mínimo que podía hacer por ella... Y, al fin y al cabo, como había dicho Deathmask, no era más que un beso.

- De acuerdo... pero si vamos a hacerlo, lo haremos bien -accedió, levantándose de su asiento para quedar frente a ella.

Tras unos segundos de entusiastas gritos, el grupo entero guardó silencio a la espera de que la petición de Deathmask, que se estaba relamiendo, se materializase. Las chicas se miraron a los ojos con súbita intensidad, como si estuviesen a solas; el cuerpo de Shaina era más fuerte y marcado que el de la camarera, pero las dos tenían casi la misma estatura y un ligero parecido. Con decisión, Kyrene le rodeó la cintura con un brazo y le apartó el cabello de la cara con la otra.

- Nunca creí que viviría para ver algo así -murmuró Milo, con los ojos clavados en ellas.

- Doy gracias a las primeras amazonas que despreciaron la tradición de la máscara por estos grandes momentos -le secundó Saga, con las palmas juntas en posición de rezo.

- A quien tienes que dar las gracias es a papá Death -cuchicheó Deathmask.

Shaina y Kyrene seguían inmersas en su juego de miradas, sin ninguna prisa por poner fin a aquel trance. Por fin, la italiana se humedeció los labios y se acercó despacio a Kyrene, que imitó su gesto al tiempo que cerraba los párpados y ladeaba la cabeza para recibirla. La concurrencia contuvo el aire mientras sus bocas se acoplaban a la perfección en un demorado beso, cuya carga erótica hizo tragar saliva a Afrodita y a Shura y que a punto estuvo de arrancar un aplauso entusiasta de Dohko y Saga cuando, durante apenas un segundo, fueron capaces de vislumbrar las lenguas de ambas danzando sensualmente. Por fin, Shaina se separó de Kyrene, que aún tardó un instante en poder mirarla y llevarse un dedo a la boca para cortar el hilo de saliva que las unía. Con las mejillas rojas, las dos volvieron a sus asientos mientras los chicos les agradecían el espectáculo con una ovación cerrada.

- Qué, ¿ya estáis contentos, pervertidos?

- Más que eso, con cómo os habéis comido las bocas tengo material para soñar con vosotras durante dos semanas -replicó Saga, encantado.

La redención de CáncerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora