5. ¿A quién llamas tramposo?

368 58 269
                                    

Deathmask no tenía previsto bajar a Rodorio aquella noche, pero a última hora cambió de opinión y decidió pasar por la taberna para tomar algo y molestar un rato a Kyrene

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Deathmask no tenía previsto bajar a Rodorio aquella noche, pero a última hora cambió de opinión y decidió pasar por la taberna para tomar algo y molestar un rato a Kyrene. Si hacerla enfadar fuese un deporte, él sería plusmarquista, pensó mientras iniciaba el camino a la aldea: aquella chica le resultaba muy divertida, con su temperamento inflamable y su forma casi temeraria de seguirle el juego. Lo que no le gustaba tanto era la novedad del último día: ¿cómo que estaba harta? Para él, desquiciarla era adictivo, o quizá fuese el único recurso que se le ocurría para tenerla cerca...

Al abrir la puerta del local, se encontró a Afrodita y Shura junto a la barra, charlando relajadamente con ella mientras bebían. Deathmask alzó una ceja cuando vio que el español, apoyado en un taburete, se inclinaba hacia Kyrene para explicarle, con los labios cerca de su oído, algo bastante gracioso, a juzgar por la carcajada que se le escapó a ella. ¿Qué estaba pasando?

- ¡Buenas noches, chicos! No esperaba veros por aquí... -dijo, cogiendo un taburete para sentarse con ellos. Shura le saludó con la cabeza y Kyrene se volvió con aire sorprendido.

- ¡Hola, Death! Estábamos un poco aburridos y se nos ocurrió darnos un paseo por el pueblo... -le informó Afrodita.

- Ah, bien. ¡Oye, gatita, ponme una jarra bien fría!

No bien se hubo alejado hacia el grifo, se encaró con Shura:

- ¿Qué pasa? ¿Es que te gusta?

- ¿De qué estás hablando, Death?

- ¡La camarera! ¡Digo que si te gusta la camarera! -explicó, con impaciencia.

- ¿Se te va la cabeza? -preguntó Afrodita.

- ¡Solo he hecho una pregunta! -insistió él, pero no obtuvo respuesta porque Kyrene regresó en aquel momento y depositó ante él una cerveza helada.

- ¡Shura, sigue contándome, anda! -pidió, con una encantadora sonrisa, cruzando los brazos sobre la barra.

- ¿Por dónde iba...? ¡Ah, sí! Cuando por fin cruzamos Francia y llegamos a los Pirineos, aquello estaba tan helado que no había forma de pasar, así que tuvimos que improvisar un trineo con...

- Dita, ¿de qué van estos dos? -susurró Deathmask al de Piscis.

- Creo que se llama "tener una conversación", ¿tan raro te parece que dos personas confraternicen sin agredirse físicamente? -ironizó Afrodita.

- ¡Pues no sé! ¡Tampoco es que Shura sea un gran orador...!

- Quizá se siente cómodo con Kyrene. ¿Es que acaso te molesta?

- ¿A mí? ¡Por favor! -exclamó Deathmask- De hecho, esos dos aburridos harían una gran pareja.

- Vaya, hay un cangrejo celoso por aquí...

- ¡No digas tonterías! Es solo que no comprendo por qué se ríe tanto... -admitió.

- Seguramente sea porque él la está tratando como a una persona en vez de meterse con ella hasta volverla loca.

La redención de CáncerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora