The Dark Hanbok. -다크 한복.

8.여덟.

Ya no iba a actualizar aquí por hoy pero es que le dieron mucho apoyo a los otros caps de ayer so.

-Bueno... ¿Y ahora..? - preguntó mirando al otro.

-¿ya comiste algo? - preguntó el castaño antes de colocar su peluca de nuevo.

-Ah no. - dijo mirando la habitación del príncipe.

En verdad le hubiera gustado estar allí sin estas circunstancias.

El príncipe sonrió. - vamos por unos bocadillos y haremos algo. Necesitarás energías. - dijo saliendo de la habitación.

Jungkook no sabía para qué necesitaría energías pero esperaba que no fuera para huir y mejor para...

Miró un poco hacia abajo en la espalda del príncipe. Admirando sus... Buenos atributos antes de golpearse mentalmente.

Bajaron unas escaleras antes de llegar a un enorme salón con una mesa con algunos bocadillos.

Taehyung tomó uno de ellos, que tenía una fresa encima. Antes de llevarselo a la boca.

Jungkook le miraba. Así que decidió hacer lo mismo.

Estaba bastante rico.

-¿te gustan? Son tus fresas. - dijo el menor tomando otro y comiendo.

Jungkook sonrió. Pues su cosecha llegaba a manos de la realeza.

Tenían campesinos que le ayudaban a cuidar los cultivos. Pero todo era dirigido por el.

Pronto Taehyung caminó a otro pasillo. Bajando aún más hasta adentrarse en lo que parecía un cuarto de práctica.

Jungkook borró su sonrisa al ver las espadas y katanas. Y muñecos maniquíes para practicar.

Taehyung se acercó a dónde las armas se guardaban y tomó una espada.

Caminó hacia a Jungkook quien se cubrió con sus manos esperando el impacto que jamás llegó.

-Jungkook. Toma. - dijo. Tendiendole la espada. - ¿sabes usarla? -

Jungkook le miró con un poco de desconfianza y la tomó. Su mano doliendo pero importandole poco.

Pero antes de poder pensar Taehyung ya le amenazaba con una katana. Lateralmente sobre su cuello.

-cuidado con que intentes hacer algo extraño. - dijo entre dientes.

Jungkook pasó saliva. - N-no, no haré nada. - aseguró.

Taehyung le miró serio antes de soltarlo. - ven. Vamos a practicar.-

-¿practicar? - preguntó acercándose al centro del salón.

Taehyung se colocó frente a él. - si. Hay veces que no puedo practicar movimientos con los maniquíes. - dijo antes de acercar la espada al otro.

Jungkook parpadeó. Pero esperó el ataque de Taehyung y pudo cubrirlo con la katana que a él le habían dado.

Taehyung sonrió. Girando y apuntando al cuello del otro dispuesto a cortar. Pero Jungkook también se defendió.

-¡T-tiempo! - dijo alejándose del otro. - Pudo haberme matado. - se quejó.

Taehyung acarició con la yema de sus dedos el filo de la espada. - Si, pero te cubriste. Me gustan tus reflejos. Además. Eres veloz. -

Jungkook miró como el otro con detenimiento acariciaba el arma. Como si aquello no fuera a rebanar le un dedo si usaba demasiada fuerza.