51. 쉰하나

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Agradezcan a @KarladeTae por éstos cops sin errores

Comenten porfis. O no sigo el maratón.

2/?

























Una vez que llegó al Palacio, se adentró en su habitación.

Por horas.

No tenía una razón para salir. Su existencia en el reino era casi inútil.

Simplemente no se sentía bien, podía escuchar a los guardias organizarse, y empezaba a ponerse nervioso.

No por ellos, o porque le fueran a descubrir, nada de eso, más bien de verdad temía no poder volver a ver a JungKook en un tiempo.

Además de que aquel lugar era como su santuario, su guarida.

¿A dónde correría ahora? Cuando tuviera un ataque, tendría que quedarse en su habitación esperando a que le abrieran la puerta.

Sinceramente ya no quería estar en el reino, no veía razones suficientes para hacerlo.

Él no iba a ser rey, tampoco tiene un matrimonio planeado, mucho menos algún puesto importante en la realeza, o siquiera le importa a sus padres.

Sus hermanos están demasiado ocupados peleando, Agust es bueno con él, pero no, eso no es suficiente.

Suspiró, antes de escuchar la puerta ser tocada.

- ¿Majestad?- escuchó la voz de Soobin. - La reina solicita su presencia allí abajo.-

- Dígale que no me siento bien.- dijo TaeHyung sosteniendo su cabeza.

- Dijo que en de verdad lo hace.- repitió.

Soobin de verdad quería ayudar a TaeHyung. Por eso era necesario que bajara. - Me van a nombrar su personal majestad.-

El príncipe salió de su habitación mirándolo confundido.- ¿Por qué?- preguntó sin entender demasiado.

- La situación está peligrosa, y usted no tiene ningún guardia personal que lo vigile de cerca, estaré yo a su mando, espero que nos llevemos bien majestad.-

El castaño asintió antes de seguirlo escaleras abajo. Se dirigieron al salón donde todos estaban esperando junto con los guardias novatos del otro día.

La reina simplemente indicó que se colocara a un lado. Su rostro no mostraba más que desesperación por terminar.

- Soobin.- llamó ella, a lo que el nombrado se acercó al centro del salón antes de colocarse de rodillas.

Y fue él quien tomó la espada, acercándose al menor para colocar en cada uno de sus hombros el filo.

- A partir de hoy, serás el personal príncipe TaeHyung .- demandó.

El guardia asintió antes de dar un reverencia.

Se le tendió la espada con la cual le fue otorgado el título. Y se levantó con ella en mano.

La reina miró a su hijo menor, invitándole con la mirada a qué se acercara al Guardia.

Lo hizo, intentando mantenerse en pie, y le dio una pequeña sonrisa al menor.

- Majestad.- dijo su nuevo personal.- Prometo cuidarlo por sobre todas las cosas. Voy a defenderle hasta el final. - prometió.

El príncipe asintió. Y ambos reverencia por última vez.

El resto de guardias aplaudió. Antes de que la reina mandar a callar.

- Recuerden que mañana es un día importante. A mediodía, partirán al bosque. Les deseo la mejor de las suertes. Pero no es hora de que duerman o celebren, sería mejor que se estuvieran preparando para el día de mañana.-

Los guardias reverenciaron antes de salir del salón.

Sin más, el rey y la reina salieron de aquella habitación, dejando solo a los príncipes allí y al guardia personal del menor.

-La reina se ha ido a dormir príncipe.- dijo Soobin. - ya casi anochece.-

El príncipe lo miro sin entender demasiado.

- Puede ir a donde sea que usted vaya durante las noches, voy a vigilar la zona.- prometió

Taehyung miró a sus espaldas, mirando a uno sus hermanos ahí charlar, o empezar a discutir más bien.

- Acompáñame.- dijo señalando las afueras del salón.

Caminaron hasta allí, TaeHyung buscando un pasillo disponible para platicar.

Una vez que estuvieron solos, desenfundó su katana. - ¿Qué planeas? ¿Piensas delatarme o algo por el estilo?.- preguntó molestó.

Soobin se quedó en su lugar sin siquiera mover un músculo, no es como que le temiera al príncipe. - Para nada, mi labor es cuidarle. Puede confiar en mí.-

- No puedo confiar en nadie en este palacio. Ha sido mandado por mi madre, seguro vas a delatarme.-

- No lo haré.- repitió.- Ahora no tengo más razones mas que cuidarlo a usted, es mi trabajo.- dijo antes de alzar sus manos con inocencia.- mejor apresúrese, tiene que volver temprano.-

El príncipe elevó una ceja, antes de guardar su arma y mirarlo con furia.- Tu vida está sentenciada ahora.- y con eso partió hacia su escondite para poder irse.

Corrió nuevamente por el pasto, el aire frío de que recién estaba anocheciendo le estaba pegando en el rostro y nada podía ser más satisfactorio para él.

Estaba molesto porque no podía hacer nada para defenderse, básicamente enviarían a toda la guardia real. No podía contra tantos.

Sinceramente su plan se había roto hace mucho. Así que ahora mismo estaba cediendo. No podía simplemente seguir matando y arriesgarse a que su vida terminara.

Anteriormente aquello no le hubiera importado, al contrario, hubiera sido su oportunidad de escapar de esta asquerosa vida.

No le hubiera importado nada, ya que nunca se preocupó por nada.

Pero ahora JungKook estaba en su vida. Para empezar le había quitado todo lo que tenía.

Sería bastante cruel dejarle solo, Aunque en realidad no sintiera pena por él.

De igual manera tampoco quería quedarse solo, más bien, solo no le importaba, no quería quedarse sin JungKook.

Con una especie de emoción en la boca del estómago, se adentró entre los arbustos, corriendo a la velocidad que sus piernas le permitían.

Una vez dentro de su refugio, buscó a Jungkook con la mirada, mas no lo encontró.

-¿Kook? - dudó adentrándose más, pero estaba oscura, no había velas encendidas.

Hasta que escuchó un sonido en el sótano.

Desenfundo su katana por segunda vez en el día listo para atacar.

Bajó lentamente al ver que había iluminación abajo.

Pero se encontró con un jungkook encendiendo algunas velas.

-Dalbelli, creí que llegarías más tarde
- dijo levantándose y yendo hasta el para abrazarle.

Taehyung miró sobre el hombro ajeno las cobijas desconocidas sobre el suelo. Y algunas flores en recipientes. Con agua y moras.

-¿Qué es esto? - preguntó sin entender.

-Ésto no lo tendrás hoy. - ignoró jungkook quitándole la katana. -  necesito que me des todas tus armas. - dijo.

Taehyung accedió, sacando todas sus cuchillas.

-Ven. Quiero pasar una linda noche contigo. - dijo JungKook atrayéndole.

Y Taehyung sonrió con su corazón latiendo fuertemente.








Les amo mucho uwu

The Dark Hanbok. -다크 한복. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora