The Dark Hanbok. -다크 한복.

15.열다섯.

Comenten. Plis.

4/?

Taehyung caminaba entre la gente del mercado, con dos de sus guardias a sus lados cuidándole.

Miraba como las personas buscaban con dibujos poco elaborados quien podría ser Dark Hanbok.

-Eres una mierda asquerosa. Ve todo lo que provocas. -

Ni reaccionó ante eso. Y sólo siguió caminando, ignorando como siempre a esa voz específica.

Miró de reojo a la gente reverenciar, y el solo respondía con un asentimiento de cabeza.

Pasó a un costado de el puesto de telas, mirándolo cerrado por obvias razones.

-que asco. Eres una bestia sin sentimientos. -

Ignoró la tienda, sintiendo absolutamente nada.

-Sé lo que soy. - murmuró.

-¿dijo algo príncipe? - dijo uno de sus guardias.

El sólo le miró con una sonrisa y negó.

Ryujin y Soobin compartieron una mirada.

Todos sabían en el palacio, que el príncipe hablaba sólo. Dicen que desde niño, tenía amigos imaginarios. Toda la vida.

Así que no era nada nuevo.

Se paró frente al puesto de frutas. Con una sonrisa arrogante hacia su pelinegro favorito, después de Agust desde luego.

SeokJin se levantó. Serio a diferencia de otras veces. Y reverenció.

Jungkook le miró impasible. A penas reverenciando.

-Buenos días. - saludó Taehyung.

-¿qué se le ofrece? - preguntó Jungkook sin mucho tacto.

-primero, en nombre del reino, vengo a disculparme por su pérdida. - dijo sincero.

Y Jungkook sintió asco.

Pero el sentimiento desapareció cuando Taehyung le sonrió de esa manera adorable.

-Gracias príncipe. Mi pareja está en casa en duelo. - dijo. - pero estaría agradecida. -

Taehyung hizo una pequeña reverencia. - Bueno, venimos por usted, joven Jungkook. -

Jungkook ya no sabía si sorprenderse o huir. - ¿Por mí? -

-Si, como guardia real, somos responsables del cuidado de los ciudadanos y estamos en una investigacion. Necesitamos a un pueblerino y el príncipe nos dio buenas referencias de usted. - dijo Ryujin.

-Qué amable. - murmuró para si mismo. - bien. -

SeokJin le palmeó el hombro. - suerte -

Jungkook asintió, siguiendo a los guardias que llevaban el camino.

Taehyung caminó a su lado. Con esa aura serena que al príncipe identificaba tan bien.

Jungkook ya no sabía ni qué esperar. Su muñeca dolía, ayer Taehyung le cortó por pura diversión. Se sentía como la mierda y sólo quería dormir.

Cuando se adentraron al palacio lo llevaron hacia la sala de reunión. Donde estaban algunos guardias más.

Jungkook hizo una reverencia de noventa grados y los mismos reverenciaron al príncipe.

Taehyung se encaminó al sofá donde comunmente tomaba asiento. Listo para mirar el espectáculo.

-¿cuál es su nombre.?-preguntó uno de los guardias.