Hoseok sabía de su pequeño acosador.
Taehyung no lo acosaba, simplemente era curioso.
Hoseok solo lo veía como un adolescente con hormonas alborotadas, pero él también se comportaba como uno.
Taehyung no lo deseaba, lo amaba.
Hoseok estaba arriesgan...
La mirada fría y acusadora que le brindó su hermano en cuanto puso un pie en la sala lo heló por completo haciendo que sus piernas dejaran de moverse. Su mano firmemente aferrada a la pared ya comenzaba a notarse blanca por la fuerza que ejercía.
-¿A donde vas? -preguntó cruzando los brazos.
-Voy a la casa de Jimin a jugar videojuegos. -contestó logrando no verse nervioso.
-¿En que momento tu manera de vestir cambio a una totalmente diferente? -emitió otra pregunta observando su camisa holgada y un short corto cubriendo su delgado cuerpo. Él siempre suele vestir con ropa que lo cubriera mas.
-¿D-de que hablas? Siempre me visto así. -Taehyung se maldijo notando a su hermano ladear su cabeza en cuanto lo escuchó tartamudear.
-No nací ayer Tae, mejor ahórrate tus excusas y explicame lo que esta pasando con el vecino. -palmeó un lugar a su lado sobre el sofá de cuero. -Papá y mamá salieron, así que no necesitas esconderte.
La mención de Hoseok logró hacerlo sentir inferior de lo que ya se sentía con la sola presencia de su hermano. Esto en algún momento iba a hacer conocido por su hermano, pero él realmente no estaba preparado para que fuese tan pronto.
-¿Tú... cómo lo supiste? -entrelazó sus dedos tratando de mantenerse calmado.
-No eres para nada discreto. -dejó salir un largo suspiro -Pensé que jamás caerías en sus encantos, tú mismo has dicho que no confías en cualquiera.
-¿Por qué dices eso?
-Intenté acercarme a él, no lo iba a ser intencional claramente porque sabes que estoy saliendo con Nam. -no muy convencido de sus palabras lo dejó continuar -Cuando le pregunté sobre ti, aquel día que cenamos en su casa, él solo me ignoró y salió de la cocina como si nada hubiese pasado.
-¿Por qué no me lo comentaste? -observó por un momento a Seokjin, mas este solo centraba su vista en la mesita de cristal frente a ellos.
-Sé que tú también lo encontraste atractivo desde el primer momento que piso este pueblo. Eres muy ingenuo Tae, sabía que en cuanto hablara contigo sobre eso tú irías a buscarlo.
-¿Crees eso de mi? -sintió una punzada en su corazón. Estaba harto de que todos pensaran de él como un niño sin derecho a opinar y que creía todo lo que dijeran.
-No, pero eres alguien que se dejaría llevar por alguien tan atractivo como él.
-Deja de opinar sobre mi. -alzó el tono de su voz poniendose de pie -Tú no sabes lo que pienso, ¡tú no sabes nada sobre mi! -su voz perdiendo firmeza hizo que se alejara aún mas de la persona que tenia enfrente.
Quizás estaba siendo exagerado, pero no tenía el derecho si quiera de hablar como si viviera en su mente. Habia confiado en él. Fue la primera persona en saber sobre su orientación, su propio hermano ahora lo estaba criticando.
-Tae, cálmate por favor.
-Para papá y mamá tú siempre eres el hijo ejemplar. -pequeñas lágrimas comenzaban a asomarse debilitandolo -No nos comparan, pero puedo notar muy en el fondo que siempre te defenderán cuando algún vecino hable mal de ti. ¿Harían lo mismo por mi?
-No los metas a ellos...
-P-porque siempre fue así. -sorbió su nariz sintiendo su rostro arder por la cólera y tristeza mezcladas que comenzaba a sentir -¿Que reacción tendrían si se enteran que su hijo menor también es gay?
-Ellos lo entenderían. -se levantó y caminó para acercarse al menor pero este caminó hacia atrás aumentado la distancia -Ese hombre te mal influenciará.
-¡A él no lo metas! -lo apuntó con su dedo índice.
-¿Cuanto tiempo llevan así?
-U-un mes. -limpió con su mano las lágrimas frescas que surcaban su rostro, ejerció tanta fuerza limpiandolas que su rostro enrojeció aun mas.
-Tae, para esta relación por favor. -volvió a acercarse.
-¿Parar? -preguntó incrédulo respirando de forma irregular -Es la p-primera vez en tantos años que me siento amado de verdad.
-Él no te ama, solo te está utilizando.
Esas últimas palabras lograron encender un fuego en el interior del menor. -¡Dejame vivir y disfrutar lo que yo quiero! -tosió un poco debido al esfuerzo en su voz.
Seokjin dejó de hablar y haló de su pelo hacia atrás con fuerza cansado de toda esta situación. Era verdad, quizás él no conocia bien al joven Jung pero Taehyung era un menor de edad aún. ¿Como podía hacerlo entrar en razón de que esto, en cuanto terminase, saldría herido con el corazón roto en mil pedazos?
¿Quien iba estar ahí para repararlo?
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Sus manos largas y finas peinaban con delicadeza cada hebra de cabello castaño. Su rostro tranquilo y sereno ahora lo dejaba tranquilo. La fuerte discusión que escuchó desde su casa lo mantuvo alerta pensando en que algo malo había pasado en su familia.
Taehyung levantó su cabeza abriendo poco a poco sus ojos. Lo primero que lo recibió fue la cálida mirada que le brindaba Hoseok acompañada de una sonrisa simple. -Otra vez me quedé dormido.
-Sigue durmiendo, aún no oscurece. -habló cerca de su oído mientras reforzaba el agarre en su cintura.
-No, yo debo... ¡Ah! -no pudo terminar de hablar cuando trató de acomodarse y cierta parte de su cuerpo dolió.
-¿Te duele mucho? -preocupado ayudó al menor a acostarse al lado de él. Unas sabanas finas e impregnadas con su olor lo recibieron. Un olor tan varonil, tan Hoseok.
-Un poco, pero no es importante. -volvió a acercarse al mayor descansando su cabeza en el espacio entre su brazo y su pecho.
Con su mano derecha el castaño comenzó a hacer círculos sobre el pecho descubierto del mayor. Su piel caliente parecía arder aún más bajo el tímido y pequeño contacto de sus dedos.
Hoseok suspiró con pesadez maldiciéndose por comenzar a pensar cosas que no debía. Pero simplemente no podía. El castaño sin siquiera hacer nada hacia que su mente imaginara un sin fin de situaciones que podían estar haciendo.
Sintió cosquillas notando que el tacto había bajado hasta llegar a la fina línea de vello corporal que seguía su camino hasta eso que tanto estaba reteniedo y sus pantalones no lo ayudaban en nada con la situación.
-Tae, ¿que-
-Shh... -no lo dejó formular su pregunta y continuo bajando hasta rozar con cierto bulto que debía estar ardiendo aún mas que la piel de su torso.
-No tienes que-
-Lo quiero hacer. -volvió a interrumpirlo quitando con facilidad el botón dándole un poco de espacio. -Llevo tiempo planeando esto y hoy por fin he decidido hacerlo.
-Pequeño~ -dejó escapar un jadeo cuando sintió su mano apretar su pene necesitado. Estando así no podía pensar bien y solo esperaba que el menor no se sintiera forzado a nada y que realmente sea verdad que quería hacerlo.
