Hoseok sabía de su pequeño acosador.
Taehyung no lo acosaba, simplemente era curioso.
Hoseok solo lo veía como un adolescente con hormonas alborotadas, pero él también se comportaba como uno.
Taehyung no lo deseaba, lo amaba.
Hoseok estaba arriesgan...
Tapó sus oídos al escuchar el grito demasiado agudo de su mejor amigo. Le había contado todo lo que pasó anoche con su vecino, absolutamente todo sin olvidar detalle alguno.
Un escalofrío desconocido recorría su cuerpo conforme recordaba las sensaciones que le dio Hoseok con solo sus manos. ¿Podía alguien hacer sentir así a una persona? Sí, definitivamente.
No iba a negar que sintió miedo al llegar a su casa y ser descubierto por alguno de su familia. Sin embargo, al parecer todos habían salido dejando la casa sola y disponible para que Taehyung pudiera gritar y sonreír libremente sin que alguien le preguntará el porqué.
Por Hoseok.
Por sus manos habilidosas y mágicas.
Porque estaba haciendo algo prohibido y eso le comenzaba a gustar.
Saliendo de la burbuja de felicidad en la que se encontraba divisó a lo lejos la silueta de Jungkook. Su sonrisa desapareció al recordar que el era ajeno a toda esta situación. ¿Tendría la misma reacción que Jimin o... se molestaría?
Porque el pelinegro siempre fue muy protector con él. Estaba más que agradecido con eso, pero ya no era necesario. Hoseok no representaba ninguna amenaza para él y Jungkook se alegraría por que al fin habia encontrado a alguien que lo amara.
-Hola chicos. -saludó con su particular sonrisa.
-Hola. -dijeron al unísono.
Taehyung sintió una molestia en su parte baja y sus mejillas se encendieron al notar una erección comenzando a crecer. Se levantó bruscamente tomando su mochila para ocultarla y correr hacia los baños.
-¿Que le sucede? -preguntó el pelinegro verlo perderse entre la multitud de estudiantes.
-Quizás debia ir al baño u olvidó alguna cosa que debía hacer. -contesto simple el rubio mientras comía su desayuno.
Jungkook alzó sus hombros restándole importancia -Por cierto, Jaehyun me dijo que necesitaba hablar contigo en la salida.
-¿Conmigo? -lo observó confundido -¿Sabes para qué o porqué?
-No tengo idea, solo me dijo que te dijera eso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su corazón comenzó a acelerarse en cuanto lo vio. Tomó las correas de su mochila jugando con ellas para tratar de calmar su nerviosismo. Pasar desapercibido de Min Yoongi era algo imposible, aun más cuando los recuerdos de aquella tarde en casa del rubio se hacían presentes.
Labios suaves con sabor a fresa Pensaba una y otra vez. El hecho de verlo así de intimidado bajo su mirada aumentaba sus ganas por acorrarlo como lo hacía en los baños. Pero frente a toda la multitud de estudiantes cerca se la salida se le hacía imposible.
-Hey, Jimin. -rodó sus ojos al escuchar la voz de Jaehyun llamar al rubio.
Sintiendose mas aliviado caminó hacia su amigo quien lo recibió con un medio abrazo que terminó con su brazo rodear sus hombros. Un chico de cabello castaño se encontraba a su lado. Se le hacía conocido pero aun no recordaba de donde.
-Jungkook me dijo que querías hablar conmigo.
-Es cierto. -hizo un movimiento con sus dedos -Habrá una fiesta este viernes, no será en mi casa pero ahí estaré. Quería saber si podrías ir.
-Lo pensaré. -sonrió en respuesta y dio un rapido vistazo al chico siendo testigo de la conversación.
-Oh también te llamé por otra cosa. -jaló con su brazo al chico a su lado para quedar más cerca -Él es Sungwoon, uno de mis mejores amigos.
-Oh, mucho gusto. -hizo una pequeña reverencia -Park Jimin.
Así de más de cerca podía detallarlo mejor y segundos después se dio cuenta que realmente era...
-El gusto es mío.
El chico de la fiesta.
-Ahora que se conocen creo que puedo dejarlos solos. Hasta mañana chicos. -se despidió mientras corría en dirección hacia la salida. ¿Que estaba tramando?
-Empiezo a pensar que los nombres son importantes. -susurró cerca de su oído haciendo que un escalofrío extraño recorriera su cuerpo.
Al mismo tiempo pero desde el otro extremo del colegio dos ojos oscuros le observaban con cierto enojo. Sin saber aun porqué, le molestaba que otras personas se le acercaran. Y una en especial era Sungwoon.
