C a p í t u l o ● 34

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Uno al lado del otro, sus brazos rozaban y sus manos picaban por querer ser entrelazadas. Hoseok le explicó a Taehyung que mejor era mantenerse como dos amigos que compartirían una habitación, el aún era menor de edad.

–Bienvenidos.

Una chica alta y rubia los recibió en la recepción del hotel. Taehyung miró a su hyung esperando que él hablara, porque todo eso era demasiado nuevo y no sabía que decir.

–Jung Hoseok. –contestó, la mujer tecleó su nombre en la computadora encontrando la habitación que había apartado.

–Dos camas individuales, tercer piso, habitación número 43. –le ofreció la tarjeta que abriría automáticamente la puerta. El mayor se la tendió al castaño quien la observó con atención, como un niño pequeño quedó asombrado por la tecnología con la que contaban.

Taehyung también se registró, quedando así como acompañante del mayor. Su equipaje fue subido por un joven mientras ellos lo seguían. Al no estar siendo observados por nadie, Hoseok lo tomó de la mano dándole un ligero apretón, podía notar su nerviosismo así que haría todo lo posible para que se sintiera cómodo.

 Al no estar siendo observados por nadie, Hoseok lo tomó de la mano dándole un ligero apretón, podía notar su nerviosismo así que haría todo lo posible para que se sintiera cómodo

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–Puedes acomodar tu ropa ahí. –señaló con su dedo el armario de color café claro cerca de la ventana. –Solo serán dos días, pero la mantendrá sin arrugas.

–No es la primera vez que se aloja en este hotel, ¿verdad?

–¿Cómo lo sabes?

–Pareces conocer muy bien todo. Los pasillos, el personal y cómo manejan todo. –se acercó hasta él abrazándolo por detrás

–Antes de comprar la casa en la que vivo ahora, solía viajar por muchos lugares. Eso me permitió conocer nuevas personas, hoteles también. –entrelazó sus manos con las del menor.

–¿No vivías con tus padres?

–Desde que tengo memoria siempre fuimos mi papá y yo, mamá murió cuando yo nací. –Taehyung abrió su boca por sus palabras, sonaba tan tranquilo al decir eso. Pensó que tal vez no la extraña ya que nunca la conocía.

–¿La extrañas? –pasó por debajo de su brazo para estar frente a él.

–Siempre quise tenerla a mi lado, como todos los demás. Pero ahora solo pienso en ella como un familiar que jamás conocí, no me provoca tristeza cuando visitó su tumba. –acarició su cabello siendo observado por unos bonitos ojos, siempre prestaba atención a cada una de sus palabras y eso era lindo.

–Perdón si fui muy entrometido.

–Esta bien, sé que tenías curiosidad sobre mí. Conozco mucho de ti y tú solo sabes lo básico sobre mi. –lo abrazó fuerte, el menor depositó sus brazos sobre los hombros del mayor quien lo alzó hasta sentarlo sobre un mueble.

–Usted es lo mejor que me ha pasado hasta ahora. –se acercó cerrando la poca distancia de sus rostros. Había estado esperando esto desde que salieron del pueblo, su boca sabía a gaseosa que había comprado durante el camino hasta Seúl. Hoseok se separó primero.

–Mejores cosas te pasarán, yo solo estoy aquí para amarte y hacerte sentir bien.

–Por eso es lo mejor, siempre quise alguien que me entendiera y me diera cariño.

Hoseok relamió sus labios sintiendo el significado de aquellas palabras. Amor, él jamás lo había conocido hasta que Taehyung llegó a su vida. Pero tenía miedo de lastimarlo, de no ser lo que él esperaba porque si lo lastimaba tan siquiera un poco no se lo iba a perdonar nunca.

El típico chico que se acostaba con muchas personas, sí, eso era antes. Cuando vivía con Mark en Estados Unidos diferentes chicos y chicas habían amanecido en sus camas, por esa razón cuando se reunió con él estaba seguro de que lo entendería. Aún era joven, pero con responsabilidades y un chico bonito que ahora mantenía su cabeza pegada a su pecho.

–Deberías bañarte, bajaremos al restaurante en una hora.

–¿Podemos bañarmos juntos? –sugirió el castaño bajando del mueble dónde estaba sentado.

–¿De verdad? –era la primera vez que Taehyung le proponía algo, y aunque estaba más que feliz de querer hacerlo sabía que abstenecerse de querer hacer algo más sería difícil.

–Solo bañarmos, hyung. –recalcó llevándolo a rastras por la habitación hasta llegar al baño. –¡Hay una tina! Usemos la tina por favor~

–Esta bien, pequeño. –rió por la emoción que emanaba.

 –rió por la emoción que emanaba

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–Esta tivia. –habló Taehyung mientras jugaba con las burbujas a su  alrededor. Hoseok sonrió siendo conciente de lo tierno que se veía frente a él, desnudo y sumamente vulnerable a todo lo que su mente estaba pensando.

–Ven aquí. –lo tomó por la cintura acercándolo más. Taehyung se dejó llevar sintiendo esta vez la calidez en el cuerpo de su hyung. No pudo evitar tocar su abdomen marcado, él aún mantenía su abdomen plano y también quería uno así.

–Entonces... ¿Hay un restaurante dentro del hotel?

–Así es. –depositó varios besos cerca de su clavícula y decoró con pequeñas marcas sobre su pecho que se quitarían en un par de días. Tampoco le gustaba dejar muchas y feas marcas que arruinarían su piel.

Cierto brillo en sus ojos atraparon toda la atención de Hoseok. Se unieron en un nuevo beso esta vez siendo intensificado por el menor quien hacía torpes movimientos. Taehyung se sentó sobre sus piernas, sintió absolutamente todo el cuerpo de su hyung. Hoseok se removió preocupado por hacerlo sentir incómodo y la tensión de su cuerpo hizo que se detuviera.

–Yo solo quiero estar con usted, pero siempre el miedo aparece. –habló en voz baja descansando su abeza en el hombro del pelinegro. Por unos segundos se sintió preparado, dispuesto a darle aquella que el mayor tanto quería y sabía que en algún momento se iba a dar. Pero al parecer hoy no era el día.

–No tienes que presionarte. –le recordó pasando sus dedos por su cabello mojado. Había sido demasiado paciente y no le molestaria esperar un poco más –Es tu cuerpo y solo tú sabrás cuando estarás listo.

–¿Pero no se llegará a cansar de mi? Durante este tiempo de estar así sin hacer... nada más que besos y toques. –se sentía mal, su expresión lo decía todo y eso solo preocupaba al mayor.

–Jamás, escúchame bien. –tomó su mentón haciendo que le observara directas –No estas obligado a nada, tienes que entender eso. –lo besó de nuevo, esta vez esperando que esas ideas se esfumaran de su mente. Siempre iba a querer su bien, incluso si el no podía dárselo.

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Pienso que ustedes quieren que pase algo ya, pero pronto. Como trato de explicarlo en la historia, Tae aun tiene miedo al igual que Hoseok. Aunque el miedo de ambos es un poco diferente.

Tambien van a pasar más cosas despues de que lo hagan.

O así es como lo estoy imaginando jaja

VCM💛

𝑴𝒊 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒐 𝒂𝒄𝒐𝒔𝒂𝒅𝒐𝒓《𝙃𝙤𝙥𝙚𝙑》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora