C a p í t u l o ● 31

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-Hyung~ ‐puchereó el castaño sentándose a horcajadas sobre las piernas del mayor.

-Tae ya es tarde. -se excusó colocando ambas manos en su cintura y trató de alejarlo.

-Uno más, ¿sí? -dejó un corto y sonoro beso sobre los labios delgados -Unos minutos más. -hizo un ademán con sus dedos.

Era imposible resistir a la ternura que emanaba Taehyung cuando quería obtener algo. Simplemente se dejaba llevar por ese niño que si quería la luna, él estaría dispuesto a bajarla con tal de verlo feliz.

Atrapó entre sus dientes su labio inferior pegando de nuevo sus cuerpos. Hoseok había descubierto cuanto esto le gustaba al menor, podía sentir el leve vaiven que sus caderas inconcientemente hacían tratando muy bien a su erección ya notoria.

Bajó con besos y lamidas hasta su mándíbula donde Taehyung hechó su cabeza hacia atrás dándole más espacio. Hoseok fue cuidadoso de no dejar ninguna marca que comprometiera al menor si sus padres lo veían, pero no pudo evitar meter sus manos debajo de la camisa sintiendo como la piel del menor se erizaba en respuesta.

-H-hyung. -apartó con sus manos al pelinegro.

-Lo siento, lo siento. -rodeó de nuevo su cintura y escondió su rostro en su pecho. Taehyung sonrió al verlo de esa manera y acarició su cabeza calmándolo.

-Yo quiero esto y estoy seguro que usted también lo quiere. Pero no creo que ahora sea el mejor momento. -explicó sintiendose mal por no poder hacerlo. No mentía cuando decía que deseaba eso, pero siempre había algo dentro de él que no se lo permitía.

Hoseok alzó su cabeza para mirarlo a los ojos -Yo puedo entenderlo, no necesitas darme explicaciones. -siguió en la misma posición disfrutando del calor del contrario.

-Prometo estar listo pronto, solo... ¡solo debo confiar más y así usted me amará más también! -dijo lo último más emocionado.

-No te amaré más ni menos solo por eso. -acunó sus mejillas rojizas y notó cierto brillo en sus ojos, no iba a dejar que llorara frente a él -Me gustas por lo que eres, no necesitamos tener sexo, podemos seguir así. Dándonos cariño con pequeñas toques y besos, sí, eso definitivamente no puede faltar. -ambos rieron y se dieron un beso lento terminando en un chasquido leve.

-Creo que cada día me enamoro más de usted. -admitió escondiendo su sonrojo con sus manos.

-Eres tan lindo. -apretó su nariz sacándole una pequeña risa -Pero dime, ¿como fue tu día hoy?

-No tuvo nada de especial. -pensó unos segundos -Bueno sí, hoy vino Namjoon hyung a mi casa.

-¿Namjoon hyung? -preguntó frunciendo su ceño, Tae jamás le había hablado sobre él.

-Es el novio de Jin hyung.

-Oh. -fue lo único que salió de su boca. Lo que menos quería verse era posesivo, pero un sentimiento de protección nació en él desde que habían comenzado con todo esto. Aceptaba a sus amigos cerca y le pediría que le presentara a ese tal Namjoon para ver si también era confiable.

-¿Hyung? -el menor llamó su atención. Al parecer le estaba contando sobre algo y no le estaba prestando atención.

-¿Decías?

-¿Mamá? -habló Jimin desde el pasillo

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-¿Mamá? -habló Jimin desde el pasillo. Había escuchado la voz de su madre llamándolo, pero aún no la encontraba.

-Jimin. -volvió a escucharla y caminó despacio hasta el patio trasero encontrándola sentada sobre una banca de metal. -Ven, siéntate.

-¿Sucede algo? -se sentó a su lado descansando sus manos sobre sus piernas. Ambos tenían una muy buena comunicación, incluso mejor que la tenía con su padre, pero sentía que sería regañado por algo. Estaba muy seria y eso no le gustaba para nada.

-¿Estarás ocupado el viernes en la tarde? 

-No, supongo. -contestó no muy seguro.

-Perfecto. -esbozó una sonrisa amplia mientras apretaba una de sus mejillas haciendo que también sonriera -Me ayudarás con la cena para la familia Min.

La expresión en si rostro cambió al escuchar ese apellido e instintivamente entrelazó sus dedos calmando el latir irregular de su corazón. Su madre, quien jamás había podido creerle alguna mentira, dejó su mano sobre las suyas acariciandolas.

-Sabes, creo que ese día iré a la casa de Jungkook. -asintió tratando de creerse esas palabras.

-¿Por qué mientes Jimin? -con su otra mano tocó su mentón incitándolo a qué la mirara a los ojos.

-No estoy mintiendo, mamá. -se vio obligado a bajar su tono de voz antes de que no pudiera más y comenzará a quebrantarse.

-He notado que no eres el mismo de antes. Antes solías conversar mucho con tu padre y conmigo durante la cena, también hacías planes con Tae y Jungkook. -dejó que la cabeza de su hijo reposará en su hombro -Dime por favor lo que te sucede.

-Mamá... -susurró escondiendo su rostro con los mechones de cabello largo que ahora tenía. Su madre siguió acariciando sus manos para darle más confianza.

-Tiene que ver con el hijo de los Min, ¿cierto?

Movió su cabeza asintiendo. Su madre lo había descubierto, era imposible ocultarle algo. -Él me gusta mamá, pero yo a él no.

-¿Por qué dices eso, mi amor? -respondió mientras limpiaba las pequeñas lágrimas acumuladas en sus ojos, si veía a Jimin llorar ella lloraría junto a él y sabía perfectamente que eso no le gustaba.

-Solo me utiliza, soy como un juguete para él y sus amigos que se burlaban de mi. -rodeó la cintura de su madre y apretó la tela de su blusa -M-mamá duele. -su voz quebrada terminó por romper el corazón de la mujer.

-No llores, sabes que lloraré también. -dejó que empapara su ropa con sus lágrimas. Quería creer que ese muchacho no era así, se veía tan educado como sus padres. Pero Jimin era su hijo, y antes de juzgarlo debía pedirle una buena explicación de todo lo que estaba sucediendo.

Y así fue como lo hizo.

Alrededor de media hora, entre sollozos más tranquilos y unos oídos atentos a sus palabras, el rubio pudo por fin liberar todo aquello que sentía. Su madre jamás lo detuvo y dejó que hablara con total libertad.

Jimin sabía cuan afortunado era de tenerlos como padres, siempre lo entendían y si no lo hacían conversaban hasta que llegaran a un acuerdo o desición. La señora Park volvió a tomar sus mejillas apretándolas, le dejó en claro a su hijo lo orgullosaba que estaba de él por abrirse de esa manera.

-Ahora debes buscar una solución.

-¿Solución?

-Haberlo alejado de esa manera solo serviría por unos días. -respondió viendo como negaba tiernamente. -Ahora tienes que hablar con él.

-No quiero, no me siento preparado para aún.

-Nadie en esta vida esta preparado. -Jimin bufó por las típicas palabras de su madre relacionando la vida con todo -Esta es tu oportunidad para resolver sus problemas, esta en ti siquieres cortar cualquier unión que tengas luego de que hablen o simplemente quieres luchar por el amor que sientes.

-Amarlo solo es perder tiempo y yo ya he perdido demasiado. -no sabía de donde había sacado esas palabras, se sorprendió de si mismo y pensó que su desición por olvidarlo estaba haciendo efecto.

-Esta bien, solo te di una opción. -su madre rió por su actitud. Definitivamente eran dos jovenes con problemas como los de cualquier otro, ella había pasado por lo mismo, pero ver a su pequeño mochi arreglar un problema con su, quizás, primer amor.

-Gracias, mamá. -volvió a abrazarla esta vez más tranquilo.

-Gracias a ti por confiar en mi, pequeño.

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Gracias por los 3.7 de nuevo <3
Y acabo de darme cuenta que la historia esta en #2 en HopeV AHHHHHHHHH
Pd: Grité de verdad jsjs

VCM💛

𝑴𝒊 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒐 𝒂𝒄𝒐𝒔𝒂𝒅𝒐𝒓《𝙃𝙤𝙥𝙚𝙑》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora