C a p í t u l o ● 40

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–¿Quieres que pare? –preguntó el mayor alzando su mirada.

Taehyung negó. Su rostro se encontraba teñido de un rojo  casi invisible mientras se retorcía levemente como respuesta a las caricias que estaba recibiendo. Los labios delgados succionaban tratando de no dejar marcas en sus pezones oscuros.

–Ahora si, para.

–Lo siento, ya dijiste que no –Hoseok siguió haciéndolo mientras sus manos apretaban su abdomen suave creando cosquillas que lo hicieron reír y forcejear para que parara –Bien, bien –se deslizó hacia arriba dejando un casto beso en sus labios –Ya has tenido suficiente de mí.

–Eso no es ni siquiera la mitad de lo que quiero.

Sus palabras lo dejaron callado unos segundos –¿Mi pequeño acosador quiere más?

–Mucho más –se inclinó sobre él atrapando su labio inferior, inició un beso lento que en segundos fue interrumpido por el mayor –¿Pasa algo?

–No estoy seguro de hacer algo más... al menos no hoy –respondió, el menor reposó su cabeza sobre su hombro desnudo. Hoseok se sentía un poco incómodo, era una sensación extrana ya que nunca la había experimentado junto al castaño –Tengo un presentimiento.

–¿Bueno o malo?

–No lo sé –admitió acariciando su cabello –Tus padres...

–Estan en casa –le recordó moviéndose para mirarlo –Mi hermano también, pero el no sabe que estoy aquí.

Medianamente eso lo tranquilizaba. Tomó su mentón atrayendolo hacia su rostro. Está vez sin interrupciones, dejó que su lengua se adentrará sin miedo. El sabor del vino que su hyung le había regalado hace unos minutos se mezclaba en ambas bocas.

Intentó pararse para acomodarse sobre, específicamente en su cintura. El mayor sostenía sus caderas con el propósito de moverlas para hacer fricción entre su ya semi despierto miembro, pero unos toques en la puerta no se lo permitieron.

–Voy yo –habló Hoseok levantándose de su cama.

Esperaba que no fuese ninguno de sus vecinos o aún peor los señores Kim. Bajó las escaleras a paso rápido, andaba descalzo y el frío de la noche hacia que sus pies quisieran congelarse. Otros toques se hicieron presente, como si la otra persona llevará prisa.

–Tienen prisa o –abrió la puerta encontrándose con un chico alto, empapado por la lluvia de pies a cabeza. No pudo reconocerlo por la capucha que lo cubría.

El contrario levantó su mano formada en puño, fue directo y conciso en su mensaje cuando golpeó con fuerza su mandíbula rozando a la vez su labio. El mayor se tambaleó hacia atrás por la acción repentina y encaró con una mirada llena de confusión.

–Se atreve a aprovecharse de un menor de edad –alzó su voz adentrándose sin permiso a la casa –Esta con usted ahora, lo sé, llámelo.

–¿De que estás hablando? –limpió la sangre que brotaba cerca de su boca

–Taehyung, ya me enteré de todo lo que hicieron en su "viaje a Seúl" –enfatizó con un ademán de sus dedos las últimas palabras –Era obvio que hay un objetivo detrás de eso.

–No hice nada que él no quisiera –respondió con enojo, no por el golpe que había recibido si no por la manera en la que lo acusaba sin saber bien lo que había pasado.

–¿Jungkook?

El castaño apareció al final de las escaleras. El pelinegro se sintió apenado y sumamente avergonzado por la forma en que lo miraba su amigo. Taehyung corrió por las escaleras abrazando en forma protectora a Hoseok, quien por instinto también rodeó con sus brazos su espalda.

𝑴𝒊 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒐 𝒂𝒄𝒐𝒔𝒂𝒅𝒐𝒓《𝙃𝙤𝙥𝙚𝙑》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora