Fastidioso YuGyeom 2

75.-Viaje juntos II

Al entrar a la habitación los ojos de Mark se abrieron enormemente al notar lo grande y hermosa que era aquel lugar. La gran cama al centro frente a una pequeña chimenea, sobre esta, un espacio donde fácilmente podría estar una pantalla plasma.
Un poco más dentro, frente a la ventana dos sillones que a simple vista se veían cómodos. Un pequeño mueble donde reposaba una pequeña planta artificial junto a unas cuantas fotos de ellos y sus amigos. Sobre este, un cuadro. La puerta de lo que muy probablemente fuera el baño.

A simple vista todo era perfecto, Jackson en verdad se había esforzado en comprar las cosas para ellos dos. Siempre dejando el toque rústico que a Mark le gustaba.

Dejó su maleta junto a la puerta y como niño pequeño se dejó caer en la cama de espaldas, sintiendo la comodidad de inmediato. Sonrió feliz. Era hermoso estar ahí, sin trabajo o estrés. Junto a Jackson. El chino camino hasta la ventana para abrirla, no es que el cuarto no tuviese el aire acondicionado activo, pero sabía muy bien que a Mark le encantaba los olores naturales del bosque.

-¿Te gusta? - preguntó desde los sillones mientras se sentaba para descansar un poco.

-Es perfecto, Jackie... -Se removió en la cama hasta estar entre las almohadas y jugar con ellas divertido, permitiéndose sentir cómodo y feliz. Jackson sonrió ampliamente al verlo pues no recordaba la última vez que estuvieron así. -Ven...

Escuchó al mayor llamarlo y sin rechistar o pensarlo mucho, se subió a la cama junto a Mark. Abrazándolo por la cintura y pegándolo a su cuerpo en un abrazo cálido y tierno. Dejándose llevar por lo tierno del momento, beso su frente y luego sus mejillas. Descendió hasta sus labios de una manera lenta y pausada. Cuándo por fin llegó, lo beso despacito y con calma. Permitiéndose sentir en el cielo con la calidez de aquella boca que ya había probado en muchas ocasiones antes.

Los dedos del mayor subieron a su mejilla para acariciarlo. Ambos perdidos en su mundo, delirando con las caricias que se daban sin llegar a otro nivel o pasarse en sus roces. Eso estaba siendo perfecto y no querían arruinarlo por nada del mundo.

-Nunca me voy a cansar de decirte lo mucho que te amo, Mark. Te amo demasiado.

-Y yo jamás me voy a cansar de escucharlo, Jackie.

Y volvieron a besarse porque lo querían y porque ese lugar era su favorito. Los brazos de la persona que más amaban en la vida era el refugio perfecto para aquel necesitaba amor. Mark sabía a la perfección del cariño que el chino le tenía. De las cosas que sería capaz de hacer por él sin necesidad de mover un dedo. Y desde luego que él también lo haría porque lo amaba.

Amaba a Jackson como jamás amo a nadie en la vida y eso todos lo tenía claro. Sobre todo ellos que ahora se besaban con urgencia mientras sus toques pasaban de ser pequeño a más descarados y la ropa comenzaba a estorbar entre ellos. Esa habitación sería, sin duda, el inicio de lo que jamás terminó, pero que siempre existió.