Capítulo 37

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Podía escuchar hablar a Savia y Anthony, escuchaba sus voces con claridad, pero mi mente no me permitía entender que era lo que decían, no tenía las fuerzas para hacer que mis sentidos conectaran con mi cerebro. Seguía sintiendo el aroma a el lugar de comida rápida, el aire acondicionado a mi espalda largando calor, los gritos de los pocos niños que había en el lugar jugando en la planta alta, hasta podía escuchar el sonido que realizaba una señora a unos cuantos metros nuestro mientras tomaba por la pajilla hasta la última gota de refresco, pero era como si aquello no existiera, todo estaba en segundo, o incluso, tercer plano. 

Mi mente estaba en la bomba que acababa de lanzar Anthony. No solía creer en las casualidad, bueno, a veces si, pero me resultaba un juego muy sucio de la vida que mi padre estuviera involucrado e incentivara a algo tan aberrante, era cómplice de algo que me habían hecho a mi unas personas sin escrúpulos.

Además de lastimada, sentía asco, ahora entendía la actitud desafiante de Thony en las últimas semanas. Nuestro padre prohibiendole ver a su amigo por ser un "mal ejemplo" y él era un ser nefasto apoyando esos tipos de actos tan mediocres.

La mano de Savia se deslizó por mi pierna hasta llegar a mi rodilla y me dio un leve apretón allí. Giré mi rostro para observarla, pero ella seguía hablando con Thony. 

Tragué saliva y apreté mis puños con fuerza, intentando que aquello pudiera servirme de desetresante y me tranquilizara. 

—¿Naira?

La voz de Thony frente a mi me hizo apartar la mirada de Savia.

—S... si —mi voz salió ronca y baja, como si estuviera atorada.

Los ojos de mi hermano me examinaron con detenimiento mientras suspiraba con frustración.

—Yo no quería decirles.

No había sido un reproche, se estaba disculpando, como si tuviera la culpa de que nuestro padre estuviera metido en esas cosas.

—¿Cómo te enteraste?

Él y Savia intercambiaron una mirada, como si ya hubieran hablado de eso, pero yo no les había estado prestando atención.

Anthony estiró su mano sobre la mesa en mi dirección, invitando a que la tome, pero no lo hice. No quería ser consolada como si fuera una niña, yo quería la verdad.

Él hizo una mueca al ver que no pensaba darle mi mano y entonces apartó la suya sin dejar de observarme.

—Hace unas semanas mientras él dormía la siesta tomé su teléfono para cargarme saldo en el mío —típico de Anthony —. Al desbloquearlo estaba en el chat de un tal A, no le di importancia hasta que capte la palabra "dinero", empecé a leer y... —suspiró con pesadez —, papá le estaba diciendo que le pasaría el dinero en cuanto recibiera las fotos, el tipo le explicaba que debía esperar al fin de semana que sería cuando uno de sus trabajadores salía con la chica, y se burlaban de que las drogaban y demás... —puso cara de asco y desvió la mirada con rabia —, no soy el más indicado para juzgar a un hombre, me mande mis cagadas, pero la forma de hablar, su manera de expresarse. Como explicaba el tipo de chica que quería, hablaba como si se tratara de un producto, un simple objeto...

Me puse de pie, cortando la explicación de Anthony.

—Iré al baño.

—Nai —me llamó Savia —, debes contar...

—Voy al baño —volví a repetir cunado note su intención, y esperé haberle dejado claro con la mirada que ni se le ocurriera contarle sobre lo sucedido a Thony.

Centro de rehabilitación para enamorados (Completa) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora