Cien inviernos. [2da. Temporada]

33. También te lo advierto.

Especial navideño 2/2.

Pepe:

Pasamos un estupendo y magnífico día en la playa, me divertí demasiado además de habérmela pasado a lado de mi novia. Qué bien se escucha eso.

MI NOVIA. MI NOVIA. MI NOVIA. MI NOVIA.

"¡Ya entendimos cabrón!"

¿No habías muerto?

"¿Es algún chiste? Pregunto, para reírme".

Pendejo.

"Ya te vi hijo de puta, ya andas con la hermana de gallo".

¿Algún pedo?

"Um, no... no lo creo".

Todo iba tan bien hasta que apareces tú.

"¡Ups!, lamento arruinar buenos momentos".

La verdad no, si has llegado en buen momento.

"Con decirte que estaba por aparecerme cuando estabas pasándote saliva con ella pero por RESPETO Y EDUCACIÓN, no lo hice".

¡Uy! ¡Qué enfatizante saliste!

"¿Y qué pedo? ¿Ya pasó algo entre los dos? Sé serio por favor."

Ahh no mames subconsciente, pinche cochino.

"¿Qué? Es una pregunta común que cualquiera de tus amigos podría preguntarte".

Se me hace que eres el puto subconsciente del pelón ebrio cochino y mamarracho de juxi. Cabrón.

"Realmente no".

Hazte a la verga, y deja de fastidiar.

"De acuerdo hijo de la chingada pero el día en que requieras de mí, no voy a estar a tus servicios. ¡Que te quede claro!"

¿Servicios? ¡Ah chingado! ¿Qué eres o qué?

"A la chingada, adiós".

Mucho mejor.

*-*-*-*-*-*-*-*

Nos encontrábamos comiendo chilaquiles, muy ricos por cierto, hablábamos sobre las convivencias que se realizarían en tal fecha, a parte de las que están por venirse la semana que entra, vaya que va a ser cansado pero a su vez va a terminar divertido, mucha gente se iba a ir satisfecha y complacida por nosotros.

Conocerlos en persona es muy... um... chulo. Muy lindo y encantador.

-Regreso en un momento. -musité.

Todos asintieron.

Me puse de pie, caminé hacia la entrada para poder subir a la habitación por mi celular, erróneamente lo dejé ahí por andar a las carreras para bajar y poder comer todos juntos. Tomé el elevador, esperé máximo unos dos minutos, las puertas se abrieron por completo y yo salí enseguida, me dirige a la habitación, me tomó por sorpresa ver en la puerta, pegada una nota cuya despegué enseguida.

"Me estoy dando a la tarea de ver cada uno de tus movimientos y qué es lo que haces con esa puta perra a la cual llamas tu novia.

Ni creas que te desharás de mí tan fácil, no señor. Estoy esperando a que le digas que a quien quieres realmente es a mí; ya no la ilusiones por el amor de Dios.

Si para la semana que entra no la dejas, me daré a la tarea de tomar medidas drásticas. También te lo advierto ya que no quiero que haya malos entendidos, carajo.