Cien inviernos. [2da. Temporada]

41. Sophie.

____:

Estábamos en el Palacio Contemporáneo, los chicos se miraban contentos de conocer a los chiapanecos, eran un amor de personas, llegaron a tardar un poco ya que los chicos o chicas entablaban una pequeña conversación con cada uno para luego tomarse las fotos y así éstos les firmasen ya fuese un póster, fotografía, funda de celular, brazo, frente, etc.

Valeria, laura y yo platicábamos muy felizmente, llegamos a reír a carcajadas pero llegábamos a ser interrumpidas puesto que llegaba uno que otro fan a pedirnos una fotografía, aceptábamos y los complacimos con ello. Siendo honesta, jamás imaginé que tendría una vida así, todo fue tan de repente, hasta siento que es un maldito sueño del cual no tardo en despertar... me doy un pellizco en el brazo que hasta brinco del susto di pues había dolido, entonces me percato que es la realidad y sonrío.

Entonces mi vista se dirige hacia él, pepe... ese chico que sin duda hasta dueño de mis suspiros es, me le quedo viendo fijamente, se le ve muy feliz y sonriente de tan sólo conocer a todos, además de que hay quienes le han dado pequeños detalles, los demás están igual, luego observo a las fans quienes hasta brincotean de tan sólo verles a la cara, les abrazan cuando llega su turno, charlan animadamente con ellos, es tanta su felicidad que parece ser indescriptible.

Hasta que mi vista se quedó intacta en una chica, a lo lejos ella observaba a pepe pero después sintió una mirada sobre ella, era la mía, de tan sólo hacer contacto visual, sentí miedo... esa chica no me daba buena espina. Esbozó una sonrisa, parecía amigable. Vi cómo caminaba entre la multitud abriendo paso en lo que la miraban con molestia exigiendo que regresase para hacer fila.

Se dirigía a él.

-____... -me habló laura zarandeándome intentando que yo reaccionase- ¡____! ¡Hey! ¡Reacciona! -exigió.

-Amiga ¿estás bien? -valeria pasó su mano derecha frente a mi cara pero yo seguía observando a aquella chica que tenía un peculiar parecido a mí que logró llegar hasta mi novio-. ¿Qué carajos ves? -frunció el ceño molesta hasta que se giró sobre sus talones para ver aquello que no me dejaba reaccionar-. ¡Wow!

-Sophie... -murmuré con un hilo de voz.

- ¿Qué? -voltearon a verme desconcertadas.

- ¿Qué sucede ____? -preguntó laura tocando mi frente para saber si no tenía fiebre o algo-. Estás fría... ¿hay algún problema?

- ¡Reacciona, carajo! -exclamó valeria y sentí cómo su mano hiso tacto con mi mejilla, sacándome de ese puto trance-. ¡HABLA POR EL AMOR DE DIOS!

-Es la perra que me estuvo amenazando. -confesé sobándome la mejilla-. ¡Aléjenla de él, por favor! -supliqué, sentí como en ese entonces mis mejillas empezaban a humedecerse por las lágrimas que comenzaban a brotar de mis ojos.

-Aguarda. -dijeron ambas.

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- ¿Qué verga haces aquí? -habló entre dientes con los ojos bien abiertos.

- ¿No puedo venir hacerles una visita? -enarcó una ceja-. Pero qué recibimiento me das, ni siquiera me presentas. -miró a los chicos que se le quedaban viendo estupefactos.

-Pepe ¿quién es ella? -le preguntó strecci al oído.

-Nadie. -respondió él mirándola mal.

- ¿Nadie? -se carcajeó-. Eso no decías cuando... tú sabes. -le guiñó el ojo.

-Sophie, retírate, mira nada más el desmadre que acabas de ocasionar. -ordenó.

-A ver, deja lo pienso -posó sus manos sobre sus caderas haciéndose literalmente pendeja y prosiguió-: no. -sonrió con malicia.