Cien inviernos. [2da. Temporada]

2. Tú sabes quién eres.

Pepe:

@joe_trouble

Te hecho tanto de menos que en mi reloj aún es ayer.

La extraño, se los juro, la extraño chingos, y ¿saben que es lo peor? Que se fue sin decirme algo respecto a lo que le dije, sobre mis sentimientos por ella, nada, sólo escapó y ya, me emputé un poco la verdad pero ¿qué tal si todo la tomó desprevenida? ¿Igual que a mí con su noticia de que se iba ese mismo día?, hay probabilidades.

Hoy era lunes, ese famoso lunes que todos aman gracias a mí: #LunesDeDesvergue y para mí es placentero el complacerles sus caprichos mamadores. Estaba en el sofá observando las menciones que me hacían en twitter respecto al día de hoy, a decir verdad, gran parte me hacía gracia, vaya imaginación que tienen todos hoy en día; di retweet a los mejores y uno que otro favorito, estaba esperando a que jux llegara para grabar y subir el vídeo.

-Wey te llegó algo. -me dice entrando al departamento sin quitar la vista de un sobre de tono celeste y con una bonita caligrafía en letras negras.

- ¿A mí? -fruncí el ceño desconcertado.

-Sí, a ti. -extiende el sobre de dichoso color y lo tomo inseguro.

-Qué raro. -le miro-. ¿Seguro que es para mí?

-Seguro cabrón, el mismo pinche sobre lo dice.

-Tr-Tranquilo jux, ya llevas una buena racha.

-Da igual ¿la vas a leer ahorita ó después de que grabemos?

-Tengo curiosidad wey ¿sabes?, la leeré pero en mi cuarto, no quiero que me pinches veas las reacciones que haga.

-Um, está bien. -accede-. Estaré aquí viendo un par de vídeos e interactuando en twitter mientras tú lees esa carta. -añade tomando asiento cómodamente en el sofá y señalando el sobre que hace un par de segundo me cedió.

-De acuerdo, aguarda un momento.

-Sí, sí, lo que digas.

Alguien se está aguantando la ira.

Me dirige hacia mi cuarto, aquel en donde me priva de la puta y culera realidad que se vive día a día allá afuera al ver la luz del sol. Cristo, qué puto poeta soy cabrones. Tomé asiento en una silla cercana a mi escritorio y observé el sobre.

Para: José Salazar.

De: (Al final de la carta viene)

"Aquí explico cosas que quizá me reservé antes de irme".

Pum, con eso último deduje que era de ella, de ____. Abrí el sobre y saqué de él una hoja blanca doblada en cuatro partes, me dediqué a desdoblarla, crujía entre mis dedos hasta finalmente tenerla extendida por completo y me dediqué a leerla con sumo detenimiento.

"Hola, José.

El motivo de ésta carta que sé que te va a desconcertar su llegada, es por lo siguiente: ¿qué siento yo por ti?

Tengo en claro que te debiste de haber enojado porque tú me confesaste lo que sentías más sin embargo yo no dije nada con respecto a eso y me marché y... ¿para qué negarlo?, es la verdad.

Ese no es el caso. Lo que realmente siento por ti es amor, real, sincero que por alguna extraña razón contigo se dio por medio de siete etapas, así como las siete vidas que tiene un gato, para sorpresa de algunas personas, llegué a la última etapa y esa fue a la del enamoramiento. Así es, me enamoré de ti.