Cien inviernos. [2da. Temporada]

11. Trabajo.

Encontré un buen trabajo en una imprenta llamada "The Raven's", y debo admitir que me ha ido de maravilla, ese trabajo me ha servido de mucha ayuda puesto que como estoy terminando lo que es la carrera de diseño gráfico, estando allí voy aprendiendo de todo un poco. Con ello la carrera se me hace un poco más fácil al igual que con todas las materias.

A las tres y media de la tarde, salí acarreriada de mi departamento para dirigirme a mi trabajo, tenía que trabajar el doble debido a que el día de ayer lo pedí libre pues debía de preparar una exposición, además de que hablé con yayo y le comenté ello, se alegró, le dio gusto y que así podría comprarle el boleto para que viajase para acá el día de mi graduación, accedí sin compromiso, él se lo merece ya que siempre ha estado para mí y me ha brindado mucho apoyo, ayuda pero más que nada amor.

Aquel boleto es como un agradecimiento.

- ¿Y cómo te fue en la exposición? -me preguntó Kaitlin, la dueña de la imprenta.

-De maravilla, fui de las mejores. -contesté mientras movía el mouse de un lado a otro para colocar bien las imágenes de un pedido que debía entregarse hoy mismo a las cinco de la tarde.

-Me da mucho gusto ____, si sigues así, vas a llegar lejos. -me dice.

-Gracias, eso espero.

-Um ¿y qué tal todo con ese tal pepe del que me has contado?

-Nada novedoso, la última vez que hablamos fue hace... casi un mes, hablamos de un par de tonterías pero al final se puso cursi y ya, fue todo. -hice una mueca.

-Oh, ¿aún sigues enamorada de él? -enarca una ceja.

-Sí, todavía. -asentí varias veces con la cabeza.

-El amor es un fiasco.

-Ni me lo recuerdes pero después de todo, termina por ser agradable, claro, estando con la persona que quieres.

-Buen punto.

-Pero pues... ya sabrá Dios si terminamos juntos.

- ¿Cómo lo conociste? -pregunta, omitiendo aquello último que dije.

-En una convivencia que se organizó en el Distrito Federal gracias a mi hermano, lo conocí gracias a mi mejor amigo alejandro. -relaté. Era muy lindo el recordar-. Créeme que desde ese día, una ola llena de sentimientos surgió entre los dos.

- ¿Qué más? -tomó asiento en la computadora de al lado para seguir escuchando mi historia.

-Pues, nos hicimos grandes amigos hasta el momento en el que ambos nos gustamos y enamoramos, claro, sin que el otro lo supiera.

-Ajá.

-Am, el día de halloween me besó un par de veces y fue increíble que haya sido una despistada de no haber caído en la cuenta de que era una señal de que yo le gustaba, lo juro.