40. Plática de hermanos.

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Se encontraban en Chiapas, en el hotel Royals Smith, a las tres de la tarde debían de ir al Palacio Contemporáneo, lugar en donde se llevaría a cabo la convivencia en donde participarían unos tres youtubers más aparte de ellos.

_____ se encontraba en la habitación 254 junto a su novio pepe, ambos miraban televisión, en realidad cambiaban el canal ya que no había algo bueno qué ver.

- ¿Puedo pasar? -preguntó yayo tocando la puerta varias veces.

- ¡Adelante! -dijeron ambos.

-Hermana ¿podemos hablar? -rascó su nuca al abrir la puerta y mirarla.

-Claro.

-A solas. -recalcó.

- ¿Dónde están los demás? -preguntó pepe al incorporarse en la cama.

-Abajo haciendo quién sabe qué cosas, probablemente estén grabando. -se encogió de hombros-. No tengo idea, sólo salí y vine directo hacia acá.

-Hmm, de acuerdo, los voy a buscar.

-Suerte. -deseó mi hermana.

-Gracias, la necesitaré porque ya los conozco como son y andan en cualquier parte. -bufó.

Éste se puso de pie y salió de la habitación inmediatamente sin decir ya nada, yayo se adentró a la habitación y detrás de él cerró la puerta, tomó asiento en el borde de la cama en la que su hermana se encontraba sentada como un indio viendo la televisión.

-Habla yayuas. -musitó, acto seguido apagó la televisión y puso el control remoto en el buró-. ¿De qué quieres hablar?

-Hablemos de tu noviazgo.

-Am ¿hay algún inconveniente? -enarcó una ceja.

-Digamos que hay una regla que no han seguido al pie de la letra. -frunció el ceño disgustado y volteó a verla-. No se dan bien su espacio, su libertad. No me agrada ____. -rascó su cabeza.

-Oh, emm... es que apenas llevamos dos semanas, es un poco complicado el tener que acostumbrarnos a eso, créeme que lo intentamos pero creo que no nos sale. -mordió su labio inferior.

-Cada día te apendeja, hermanita. -suspiró-. Me sorprende ya que con ninguno de tus ex novios actuabas así, y sí, en esto incluye a strecci.

-Disculpa pero estoy enamorada. -rodó los ojos-. ¿Qué problema hay con eso? ¡No es algo malo!

-Oh si que lo es -asintió varias veces con la cabeza mientras la miraba molesto-. Te alejas de quiénes quieres.

- ¿Un ejemplo...?

- ¿Qué hay de aquellos amigos que hiciste en Nueva York? ¡Ya ni les hablas!

-Oye ¡claro que les hablo!

-Mentirosa, no lo has hecho porque te la has pasado pegada como pinche chicle con pepe, ni siquiera has entrado a twitter ¿qué verga? -dio un golpe al colchón.

-No me apetece entrar y ¿a ti en qué te afecta que no les llame? ¡Ni que fueran tus qué para que te preocuparas por ellos! -exclamó.

-Escúchame bien lo que te voy a decir criatura del señor Jesucristo, es algo serio y no quiero que después me lo andes reprochando en la cara, ni siquiera voy a querer quejas, es algo serio. Por ello vine hasta aquí. -aclaró.

-Habla de una vez. -se llevó ambas manos a su cabeza para apretarla con la yema de sus dedos-. Apuesto a que sé lo que me dirás.

-Uy ¿vidente? -entrecerró los ojos.

Cien inviernos. [2da. Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora