Cien inviernos. [2da. Temporada]

18. Reencuentro 1/2.

Desde esa noche, por más que quería pedir respuestas del por qué recordé eso, a toda costa evadieron el tema, lo descartaban, omitían, y me pedían que dejase de insistir ya que no iba a servir de nada, ellos no me dirían nada al respecto, que eso era un tema bastante serio que no tan lejanamente, se tocaría. Bufé, me molestaba que no me quisieran decir algo.

Te odio pinche accidente que no recuerdo haber tenido, de ser así, te odio por hacer que no me puedan decir nada por "salud", a la chingada con eso, de verdad quiero saberlo todo. Carajo.

Odio mi vida en estos momentos ¡LA ODIO!

Ah y respecto a mi disque trabajo que conseguí, renuncié. De la academia en la que inscrita estaba que la verdad ni jodida idea de eso, pedí que me dieran de baja, a fin de cuentas ya me iba a ir. ¿De qué serviría quedarme?

Yayo:

No saben cuánto tuve que lidiar con mi hermana para que dejase de joder con que le dijésemos acerca de pepe y por qué chingados lo recordó de tal manera, insistió tanto que me empezaba a fastidiar al igual que a mamá y papá, hasta que llegó un punto en el que le dijeron que eso era un tema bastante serio que no tan lejanamente, se tocaría. Hiso un pequeño berrinche y dejó de fastidiar.

¿Qué decir del pinche Germán?, el hijo de la chingada cada vez apendeja a mi hermana con quién sabe qué cosas que hace que no lo suelte, eso me emputa un chingo ¿cómo puede ser así de egoísta y cínico?, verga que enserio no entiendo cómo lo pudo haber conocido. Ayer hablé con él y le dije que más le valía que le dijese a mi hermana que le había jugado una broma y que no son nada, simplemente "mejores amigos", tuve que rogarle al pendejo hasta que aceptara y por lo que pinches veo, no ha hecho el intento.

Mamá y papá se fueron muchísimo antes que nosotros, tomaron el primer vuelo a Tuxtla, Gutiérrez, se despidieron de ambos, incluso de ese patán y que habían pasado un agradable tiempo con nosotros, que esperaban irnos a visitar al Distrito Federal ó que nosotros fuésemos a visitarlos, sin duda aceptamos, les dijimos que los amábamos, no dimos un abrazo y hasta luego.

Nosotros tenemos un buen rato esperando a que avisen de nuestro vuelo de regreso al DF, son las tres de la tarde, allá apenas son las dos, terminaríamos por llegar diez para las siete, excelente hora para llegar al departamento, descansar un rato, tomar una ducha, arreglarse e ir al Gratnik a celebrar por el regreso de mi hermana. No suena nada mal.

-Sí no le dices aquí, se lo dices en el avión y si no se lo dices en el avión, se lo dirás llegando a casa. -le susurré con coraje a Germán.

Créanme que si ese cabrón no hubiese hecho lo que hiso, quizá sería mi amigo pero como no sucedió, le tengo hasta odio, enserio que no comprendo el por qué vergas hiso eso, puto aprovechado. No va a tener mi perdón y cuando ____ se recupere, ni crea que ésta también lo hará -perdonarlo-.

"Pasajeros con destino al Distrito Federal, favor de hacer fila para mostrar sus boletos para luego subir al avión. Gracias. ¡Feliz viaje a todos!" escuchamos al altavoz decir en todo el aeropuerto.

-Nos hablan. -dije.

- ¡Vamos! ¡Muero por regresar! -exclamó entusiasta ____.

Germán se encogió de hombros y esbozó una sonrisa de lado.

Caminamos hasta llegar a una fila de tamaño mediano, wow, y yo que pensaba que mi hermana y yo éramos los únicos que iban de regreso, claro, con un americano muy hijo de puta, estaban revisando el equipaje de todos, la fila cada vez avanzaba rápido. Llegó nuestro turno, los policías se comportaron muy amables a pesar de verse súper rudos, mostramos nuestros boletos hasta que finalmente logramos pasar por el gran umbral alfombrado.