Fuera de control

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Una de las peores cosas que podía consentir el ser humano era el hecho de permitir que las emociones lo dominen. Eso lo tenía bastante claro, pero simplemente esta vez ya no podía soportar la ira.

Apenas salimos de Beack&Baick Auron se fue a casa. Él tenía cosas que resolver y aunque quise hacerlo yo no podía ser tan egoísta e intentar retenerlo. Pero mi mejor amigo me aseguró que me contestaría si lo llamaba, me dijo algo como: "no dudes en llamarme si algo sucede, no importa la hora".

Estaba sola en la habitación; el silencio reinaba abriendo paso a una cantidad de pensamientos que no quería enfrentar porque ninguno era bueno. Esperaba la hora en que Alana viniera y me hiciera algo de compañía, pero ella se había quedado con Alexander así que lo dudaba. Tampoco quería pensar en ellos dos juntos, ni siquiera podía imaginarlo, esto iba a traer problemas, lo sentía. Ellos dos no podían tener nada y Alexander no podía decirle algo acerca de nuestro pasado, aunque dudaba que lo hiciera.

Desde lo sucedido no me gustaba estar a solas por temor a que Emmanuel pudiera intentar hacer algo contra mi de nuevo. Era estúpido, pero así funcionaba mi cabeza, todo esto estaba siendo un tormento para mi. Sin embargo, intentaba guardar la calma. Emmanuel estaba diciendo a muchas personas que a la final me había cogido y me sentía verdaderamente humillada. No me cogió, me tocó e intentó violarme pero aun así, como "la verdad" no se conocía, él quedaba en la cima mientras yo me veía como una fácil, como una más que al final había caído.

Anny acababa de irse a una de sus clases y cuando salió de la habitación me percaté de colocarle seguro a la puerta. Mejor prevenir que lamentar.

La habitación estaba casi a oscuras, no tenía ningún problema con eso. La lámpara que se encontraba en mi mesa de noche apenas brindaba una tenue luz a toda la habitación. Mi temor a la oscuridad había desaparecido a los 11 años, ahora hasta me sentía cómoda en ella. En la actualidad mis temores eran mucho más serios, ya no habían monstruos debajo de mi cama, estos ahora tenían carne y hueso, pero sin duda alguna mi mayor enemigo era mi mente.

Tomé una pequeña pastilla de mi mesa de noche para llevarla hasta mi boca y pasarla con un poco de agua que había quedado en la botella que llevé al GYM. Era un antidepresivo, me ayudaba a controlar la tristeza y la ansiedad.
Había dejado de tomarlas hacía ya casi un año pero por culpa del imbécil de Emmanuel, la psicóloga me había ordenado volver a consumirlas con responsabilidad. Lo peor de las pastillas eran los efectos secundarios.

Me senté en mi cama y lágrimas bajaron por mis mejillas mientras jugaba con mis dedos. Pasé las manos por mi cabeza, no sabía describir como me sentía, era impotencia, enojo, decepción, tristeza, miedo. No podía simplemente soportar todo eso junto, no podía seguir esperando. Habían voces en mi cabeza y no quería oir ninguna.

Mi vida nunca fue fácil pero en un momento apareció Alexander e hizo la carga más liviana, la hizo casi desaparecer. Luego todo volvió a ser un jodido asco, pero mejoré y estuve estable. Ahora sucedía esto y volvía a estar mal. Mi vida era toda una Montaña Russa. ¿Qué estaba sucediendo conmigo?.

Sobre la cama, justo a mi lado, mi celular vibró con insistencia. Lo tomé sin ganas para revisarlo, habían nuevos mensajes de Auron.
Leí con atención.

Mi Rayo❤ (Porque él había llegado a mi vida como un rayo de luz en medio de tanta oscuridad).

- Nena, Will me ha escrito para recordarme la apuesta que debes cumplir, aceptaste salir con él, si no quieres no debes hacerlo. El problema no es eso... Es lo que decía el mensaje, mira. 7:50pm ✔✔

➡️Reenviado
- "Auron, idiota. Dile a Lyssa que debe salir conmigo. No me importa si ahora anda con Emmanuel. Palabra es palabra. Por cierto, nos vemos mañana en clases. Nueva competencia." 7:50pm✔✔

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