Debo contarte algo...

268 27 7
                                    

Lyssa Monrrou

Estaba en el laboratorio de química, no me correspondía estar aquí, no era una aula de mi carrera, pero igual aquí estaba y no creía irme por ahora. A veces, nos reuníamos en este lugar con el fin de resolver trabajos o talleres, era muy amplio. El laboratorio a éstas horas no lo ocupaba ningún profesor, así que, en teoría, estaba disponible.

Miré el tablero con atención, intentaba encontrar el error que lo arruinaba todo, pero me era complicado. Habíamos tardado más de 40 minutos en desarrollar un ejercicio de Estática y aún nos faltaban tres más. Los cálculos no concordaban, tenía que haber algo mal hecho en el ejercicio.

Llevé las manos a mis caderas esperando encontrar la respuesta en la cantidad de números y fórmulas que se extendían frente a mis ojos, el tablero estaba lleno de ellas. De fondo oía a Auron cantar y charlar con otros compañeros de clase que nos hacían compañía. Con cada segundo que pasaba, me sentía más estresada, tenía hambre y eso no me ayudaba, me ponía de mal humor.

- ¡Auron, no es tiempo de cantar! - Grité girándome a mirarlo. Todos se quedaron en silencio antes de empezar a quejarse por lo bajo - ¿Por qué no dejan de cotillear y mejor vienen y me hechan una mano? - Pregunté al aire paseando mi mirada por todos ellos. Eran cinco chicos en total y yo era la única que se interesaba por realizar los ejercicios.

- Deja el mal humor, Lyssa... - Aconsejó Cristian mientras se levantaba y caminaba hacia mí. Detalló el tablero y quitó el marcador de mi mano, pasó su mirada por cada formula soltando un bufido - Olvídalo, tú lo hiciste, tú sabes como terminarlo... - Agregó devolviendo el marcador a mi mano.

Lo miré boquiabierta.

- ¡Pensé que dirías algo significativo! - Me quejé.

- Lyssa, por Dios... - Murmuró exasperado señalando hacia el tablero - Mira ese tablero, no vas a encontrar el error, en mi opinión creo que te irá mejor empezando de nuevo.

- ¡Auron, ven aquí! - Grité fuerte sin quitarle la mirada a Cristian - Ni creas que voy a empezar de nuevo - Murmuré molesta. Fueron 40 minutos, no iban a ser 40 minutos pedidos.

- ¡Ya me voy a poner serio! - Se animó a Auron a sí mismo mientras caminaba hacia mi. Fijó su mirada en el tablero y en cuestion de segundos su ceño se frunció. Bajó su mirada lentamente hasta mis ojos antes de darme esa mirada... Esa mirada que ya conocía, joder.

- ¡No voy a empezar de nuevo, Auron! - Me quejé cruzándome de brazos.

- Vamos, nena... - Animó dando pequeñas palmadas en mi espalda - No borres nada, solo empecemos a calcular desde el principio, el procedimiento está perfecto, algún cálculo debe estar errado.

- Eso va a tardar... - Me quejé dejándome caer en una alta banca.

- Voy a ayudarte... - Animó y Cristian a su lado dió algunas palmadas en su espalda para animarlo a ayudarme.

- Lyssa, tengo que irme, y los chicos también - Anunció Cristian mientras caminaba hacia Evan, Michael y Esteban. ¿Qué?. Ellos no podían irse, aún faltaban ejercicios por hacer - Apartamos la sala de video juegos y nos toca el turno dentro de cinco minutos - Explicó.

- ¿Qué? - Grité fuerte, eso era muy descarado de su parte - ¿Cómo que se van a jugar video juegos?. ¿Qué hay del trabajo?. ¿Eso no es importante?.

- Auron y tú, se encargan de ese punto, es el más complicado - Interfirió Esteban señalando hacia el tablero - Nosotros resolveremos los demás, tranquila - Agregó señalándose a sí mismo y luego a los chicos.

Solté un suspiro lleno de cansancio.

- Lyssa, tranquilízate... Sí lo haremos, igual tenemos tres días para entregarlo - Animó Evan abriendo su mochila y sacando un paquete de gomitas de uno de sus bolsillos - Son para tí... - Informó antes de lanzarlas en mi dirección. Las atrapé en el aire.

Just Go Back Donde viven las historias. Descúbrelo ahora