Just Go Back

Extraños - Ex

Alexander Undersom

Con todas mis ganas estaba intentando salir adelante, realmente lo intentaba, pero la única chica con la que sentía plenitud era con Lyssa. Sin besarme, sin siquiera tocarme me hacía sentir en casa. Como esa vez en la cocina, una charla casual que terminó bastante caliente. Todo fluía demasiado bien con ella pero no era lo correcto, debía guardar distancia porque Lyssa era irresistible.

Era imposible simplemente dejar de pensarla para siempre, habían cosas que sin querer me recordaban a Lyssa, cosas como... Olores, canciones, comidas, palabras, e incluso paisajes. Bastaba con sentir, ver u oir algo propio de ella para que llegaran a mi mente frases como: "Lyssa hacía esto", "No le gusta aquello" o "Si Lyssa estuviese aquí ella haría algo como...".

En varías ocasiones la había oído decir "Soy muy reemplazable". Ella tenía que saber que no lo era, nadie, nadie la reemplazaba. Lyssa era única, un poco extraña, pero hasta eso me gustaba. Ni siquiera tenía que esforzarse para hacerme sentir cosas.

- Buen día, chicos - Su voz me tomó de sorpresa. Lyssa tiró su bolso sobre la mesa tomando asiento al lado de Manu - ¿Interrumpo algo? - Preguntó pasando la mirada por cada uno de nosotros al notar nuestro silencio.

- No... - Susurré y Lyssa se relajó en el asiento.

- Hablábamos de... - Empezó a decir Estefan y su mirada estuvo sobre él, atenta a sus palabras - Sexo - Bromeó con tono serio.

Lyssa intentó guardar la calma pero era tan fácil leerla aunque intentara ocultar lo que sentía. Se veía incomoda e impresionada.

- Ya veo... - Susurró mientras lo miraba extraño.

Anthony soltó una risotada ante la disimulada conmoción en Lyssa. Pésima hasta para ocultar sus sentimientos. Como en la cocina, "Lo quiero". Ella no quería a John o al menos no tanto como él la quería. Todos lo sabíamos incluso John. Una vez Anthony dijo algo como "Está haciendo lo mismo que tú, intentando seguir adelante".

- ¿Cuándo fue la primera vez que tuviste sexo, Ly? - Preguntó Manu mirándola a los ojos. Lyssa lo miró boquiabierta, notaba sus mejillas rojas. Fue conmigo.

- 18 años... - Susurró con indiferencia intentando guardar la calma pero ya tenía mi mirada fija sobre ella, me miró de reojo y desvío mi mirada dando unos golpecitos sobre la mesa con sus uñas. Era divertido molestarla. Yo lo recordaba perfectamente, fue increíble. Recordé la noche anterior a eso, Lyssa había estado ebria, inolvidable cada una de sus palabras.

- ¡Cambio de tema! - Comenté y en el rostro de Lyssa fue evidente el alivio pero su alivio no tardaría en desaparecer. Los chicos me miraron con atención - ¿Jamás les ha pasado que les toca cuidar a una chica borracha pero esa chica empieza a decir que la toques, que tengas sexo con ella... Y hasta confiesa que le gustas? - Agregué con mi mirada fija sobre Lyssa, su alivio había desaparecido y ahora me amenazaba con la mirada para que me detuviera, me estaba rogando que me callara con sus mejillas ardiendo de vergüenza.

- No. Nunca me ha pasado... - Aseguró Manu acariciando su mentón intentando recordar alguna ocasión.

- ¿En serio?... - Pregunté haciéndome el inocente, si las miradas mataran ya yo estuviera muerto por parte de Lyssa - A mi me pasó una vez... Y cuando me negué a tocarla porque estaba ebria, empezó a suplicar.

- Alexander a ti te pasan unas cosas... - Murmuró Estefan apunto de estallar en una carcajada. Lyssa seguro rogaba porque se abriera la tierra y se la tragara mientras Anthony a su lado intentaba no reírse. Él si lo estaba comprendiendo todo - ¿Y qué te decía? - Preguntó con interés haciendo que Lyssa intentara ocultarse en el asiento, si seguía así iba a terminar bajo la mesa.