No podía perder el tiempo.
Abotoné mis jeans, me coloqué un buzo y tomé una manta antes de salir de la habitación ignorando los gritos de Katherine. Lyssa estaba en problemas. ¿Cómo rayos podía meterse en todos los malditos líos?. Rogaba porque estuviera bien.Mi mejor amigo seguía en su habitación y no había rastros de An.
- ¡Anthony! - Grité fuerte para que me escuchara desde donde sea que estuviera - ¡Llama a An y dile que venga a casa ahora! - Agregué.Buscaba las llaves del auto, juraba que las había dejado sobre la mesa y no estaban allí. Anthony salió de su habitación y me miró extraño en cuanto me vio golpear la silla de la desesperación.
- ¿Qué te pasa? Estás pálido - Preguntó - ¿A dónde vas con esa manta?.
- Lyssa está en problemas... - Le informé y entonces vi las llaves, estaban sobre los muebles. Las tomé rápidamente y corrí fuera de casa sin esperar una respuesta.
Me subí en el auto y aunque intenté manejar con cuidado me fue imposible. La lluvia hacía todo más complicado. Muchas preguntas llenaban mi cabeza y una de esas era: ¿Qué mierdas hacía ella sola a estás horas? Un día de estos iba a conseguir matarme de un susto.
Algo me quedaba claro y por algún motivo me hacía sentir bien, Lyssa aun recordaba mi número de teléfono. Y yo aun recordaba el de ella, lo mejor de todo es que no lo aprendí cuando fui su novio sino después, cuando nos separamos y cada noche vasilaba en si llamarla para decirle la verdad o si era mejor dejarla en paz. Ganó la segunda.
Doblé en una esquina a la derecha y con la mirada buscaba rastro de personas, esta era la dirección que el chico me había dado pero aun así no podía localizarlos.
Un chico salió de un oscuro callejón y mi mirada se fijó en él, creo que lo conocía, lo había visto en la universidad un par de veces. Levantó sus brazos para llamar mi atención y me detuve.Bajé del auto y no me importó la fuerte lluvia. A la distancia el chico me miraba con incredulidad. Estaba empapado, no me concentre en él, mi mirada solo buscaba a Lyssa.
Lo mire con seriedad al tenerlo en frente.
- ¿Dónde está? - Pregunté intentando entrar en el callejón pero me detuvo. Subí una ceja, qué rayos le sucedía.- ¿Cómo te llamas? - Su tono de voz dejaba en claro su desconfianza. Claro... Era precavido, me agradaba. Saqué mi documentación y se la enseñé.
- Alexander... - Afirmé antes de guardarla - ¿Dónde está, Lyssa? - Pregunté con seriedad.
El chico señaló dentro del callejón e hice un gran esfuerzo por verla, ese lugar estaba muy oscuro.
Mi corazón latió descontrolado, Lyssa estaba sentada en una mala pacisión en el suelo y su espalda reposaba sobre la pared, inconsciente.Tragué en seco y me fue imposible hablar. Sin dudarlo corrí hacia ella, su cabello daba sobre su rostro y estaba completamente mojada. Con cuidado aparté su cabello y lo coloqué detrás de sus orejas para poder sostener sus mejillas entre mis manos.
Su respiración era regular, sus ojos estaban cerrados y sus labios un poco entre abiertos. Aun en medio de la preocupación la encontraba hermosa, pero no era momento de pensar en eso, Lyssa estaba herida. Sangre salía de su labio y ceja mientras su mejilla se veía algo roja e hinchada. Un insensible era el único que podría ser capaz de hacerle esto a ella.Su voz llamó mi atención.
- Le dieron un puñetazo y una patada en su estómago... - Informó el chico y le di una mala mirada.- ¿¡Por qué no hiciste nada?! - Le grite y me miró con enojo - Solo mira como la dejaron...
- Quise hacer algo pero ellos eran tres y tenían arma blanca. Fue todo muy extraño... Y paso demasiado rápido - Habló y solté un suspiro - También le han robado su bolso... - Agregó. Al menos ella estaba relativamente bien.

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Just Go Back
RomansEl lema era: Terminar, superar y avanzar. Más no, terminar, superar, avanzar y volver al punto de inicio. Algunos suelen decir "no hay peor ciego que el que no quiere ver", pero yo creo que no hay peor ciego que aquel que vio la realidad y decide v...