Just Go Back

Olvídalo

Lyssa Monrrou

Me estaba rodeando con sus brazos pero se sentía extraño, como si no fuese él.

- John... - Murmuré por impulso con dolor, sentía la luz dar sobre mis ojos, me dolía horriblemente la cabeza. Acababa de soñar con él pero no podía recordar nada del sueño y estaba segura de que él aparecía en el.

Intenté abrir los ojos pero de inmediato los cerré con fuerza. El dolor de cabeza se intensificaba con cada movimiento y la luz hacía que doliera mucho más.

Poco a poco, según se iban acostumbrando a la luz , los fui abriendo. Mi mirada se encontró de frente con un tatuaje. Me faltó la respiración de la conmoción, John no tenía tatuajes, sin embargo, lo reconocí de inmediato, Alexander.

Mi corazón latió descontrolado y rápidamente me solté de su agarre separándome bruscamente de él, Alexander siguió durmiendo tranquilamente, su cabello estaba desordenado y su torso descubierto, la blanca sábana llegaba hasta la mitad de su abdomen. Parecía un ángel, un angel bastante sexy para ser sincera. No estaba comprendiendo nada. ¿Qué mierdas hice anoche?. ¡Esto no pude ser cierto!. El dolor en mi cabeza se intensificó y gemí de dolor llevando mis manos a mi frente. Todo a mi alrededor dio vuelta mientras sentía mi garganta seca. Estaba deshidratada, necesitaba beber algo urgentemente, mi cuerpo me lo pedía a gritos.

¡Mierda, mierda, mierda!

Me armé de valor y di un vistazo bajo la sábanas. Ay no... Mi cuerpo estaba completamente desnudo. Tragué en seco, y miré dudosa hacia Alexander. Él también estaba completamente desnudo, todo estaba claro, las ganas nos ganaron.

La había cagado, la había embarrado hasta el fondo. No metí la pata, me tiré de cabeza en el fango. Sentí mis ojos arder y rápidamente  lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas. Mi mirada vagó por el suelo de la habitación y fue cuando pude notar nuestras prendas de ropa regadas por el suelo. Nuestros disfraces allí fueron a parar.

Fue todo lo que necesité ver para recordarlo todo. Cada suceso se reprodujo como un flashback en mi mente. Disfraces, fiesta, alcohol, Dafne, Karla, Anny, An, más alcohol, Alexander, coqueteo, baile, besos, risas, más besos y más besos, taxi, palabras, caricias, toques, embestidas, sexo.

Jesucristo, que intenso y vergonzoso.

Ya sentía mis mejillas bañadas en lágrimas, mis sentimientos estaban encontrados. ¿¡Qué mierdas hice anoche?!. ¡Por Dios, John!. Era una descarada y lo aceptaba, anoche en ningún momento se me cruzó su nombre por mi cabeza, pero fue en el que primero pensé al levantarme. Lo había jodido todo. Como iba a decirle todo esto, le había sido infiel. ¡Había sido infiel! Y no con cualquiera... Nada más y nada menos que con Alexander. Él, otra vez. El sentimiento de culpa cayó sobre mí casi de inmediato.

Ya podía recordar perfectamente cada una de las cosas que nos dijimos. Era una tonta y todo fue una jodida locura. Pasé las manos por mi cabello con desesperación sintiendo como mi corazón se rompía. Sentía vergüenza, enojo, tristeza y vergüenza de nuevo. ¿Cómo pude hacer todas esas cosas?. Yo no era así... Yo no sería... Más bien, nunca me creí capaz de hacer algo como esto. ¿Qué iba a hacer ahora?. ¿Como iba a decírselo a John?. Él no se merecía esto, le rompería el corazón... Me sentía la peor persona del mundo. Yo misma me daba asco justo ahora.

Lo peor era que aún quería a Alexander, aún lo quería y me sentía tan imbécil. Fui capaz de decírselo ayer, era capaz de mucho ebria. Debí escuchar a Auron cuando me dijo que no fuera. ¡Oh por Dios, Auron iba a matarme!.

- ¿Lyssa?...

Su voz. Se había despertado.
Por impulso me alejé rápidamente de Alexander aferrándome a la sábana. Gracias a la prisa caí de la cama, intenté agarrarme de algo al caer pero lo único que logré fue traer conmigo su mesa de noche y a la vez la lámpara que estaba sobre ella. Se quebró en el suelo.