Just Go Back

Lindo Despertar - Venganza

Alexander Undersom

Al fin un bonito despertar. Solo tuve que abrir mis ojos y mirarla para convencerme de que era el rostro que quería apreciar al levantarme por el resto de mi vida. Sin duda hoy sería un buen día, había amanecido con Lyssa a mi lado y nada me daba más tranquilidad. Sin problemas, sin discusiones, solo ella y yo, con una estabilidad que no teníamos desde hace ya mucho tiempo.

Su cabeza estaba sobre mi pecho, uno de sus brazos rodeaba mi abdomen mientras una de sus piernas estaba sobre las mías. Dormida parecía un indefenso pero hermoso ángel. Acaricié su cabello detallándo su rostro. Sin duda alguna fue una larga noche, no hubo sexo, pero sí profundas conversaciones y muchos besos. Ni siquiera sé como pude aguantarme, pero lo hice.

Mi ropa le quedaba preciosa, tan solo traía un suéter que le quedaba gigante junto con sus bragas. El celular de Lyssa empezó a vibrar sobre mi mesa de noche y lo tomé de inmediato. El contacto "Mi Rayo❤" la estaba llamando. Fruncí el ceño, dudé en contestar pero me fue imposible no hacerlo.

- ¡Lyssa!. ¿Dónde rayos estás? - Se oyó el fuerte grito a través de la línea. Sentí alivio al reconocer la voz del pelirrojo - ¡Te necesito justo ahora!. La vida empieza a sonreírnos.

- Lyssa está dormida - Susurré rápidamente antes de que pudiese continuar. Se quedó en silencio unos segundos.

- Genial, ya hasta contestas sus llamadas, que fastidio - Se escuchó molesto y mordí mi labio para evitar reír - Deja de joder y pásame a Lyssa. Es urgente.

- Ya te dije que está dormida... - Recordé. Iba a fastidiarlo - Debes acostumbrarte a esto, Auron. Desde ahora en adelante va a pasar más tiempo conmigo que contigo y va a llegar un punto en el que no te hablará más.

- Sueñas en grande... Muy en grande - Afirmó molesto. Su tono se había vuelto brusco - Si crees que vas a lograr fastidiarme, estás equivocado. Lyssa está más asegurada en mi vida que en la tuya, suena feo, pero es la verdad, y lo sabes. Ahora por favor, pásala al teléfono.

Golpe bajo.

- Pelirrojo, está dormida, no miento - Recordé mientras rodaba los ojos. ¿Por qué no me creía?.

- Cuando se levante, le dices que me llame - Pidió con un tono más calmado - Tengo una lista larga de amigos que presentarle a ver si se olvida de tí.

- ¡No jodas, Auron! - Grité fuerte y Lyssa se movió un poco sobre mí.

- Es broma... - Se apresuró a decir - Pero dile que me llame. Adiós imbécil.

Colgó. Por curiosidad miré la hora en su teléfono, 9:05am. Tenía una clase a las 11:00am, sin duda alguna ya era hora de levantarme de la cama, pero antes, levantaría a Lyssa.

Escabullí mis manos por debajo del suéter que traía y presioné algo fuerte su cintura. Su cuerpo estaba cálido. Di un beso sobre su cabeza y se movió incómoda antes de cambiar de posición mientras susurraba una y otra vez "cinco minutos más". Ahora me daba la espalda. La rodeé con uno de mis brazos y la pegué a mi cuerpo.

- Despierta, linda... - Susurré sobre su oído antes de dar un beso en el lóbulo de su oreja. Continúe con mis besos sobre sus mejillas y su cuello hasta que pude oir su delicada y cansada risa. Había conseguido despertarla. Se giró a mirarme, me dio una linda sonrisa de boca cerrada antes de volver a hundir su cabeza en mi cuello mientras me rodeaba con un brazo.

- Vamos a seguir durmiendo, por favor... - Rogó repartiendo besos en mi cuello y reí entre dientes. Que dormilona.

- Ly, son las 9:00... - Recordé y bufó mientras hacía pucheros y cerraba los ojos. Quería que se quedara conmigo para siempre. De un momento a otro empezó a quedarse dormida de nuevo. Busqué sus labios dando inicio a mis besos mañaneros hasta que sentí como empezaba a seguir mi beso. Sus manos se posaron en mi cuello repartiendo algunas tiernas caricias en mi cabello. Tomé su cuerpo con cuidado y la coloqué sobre mí. Dios mío, esto se sentía increíble.