Capítulo 20

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     Para Kathy era todo un lío el poder estar lista para iniciar la venganza que tenía en mente: matar con sus propias manos a los malnacidos que le quitaron la vida a Sofía y estuvieron a punto de atentar contra la suya. Nocturnos sentimientos oscuros siempre atacaban su cordura; fruto del abismo de su amargura. Y todos los preparativos, para llevar a cabo sus planes de venganza, la conducían a aprender, junto a esos dos hombres que le robaban el sueño todas las noches; todas las técnicas que pudiera llegar a aprender para poder afrontar del mejor modo cualquier enfrentamiento en contra de esos chicos que la atacaron. Definitivamente, no podía contar con  ninguno de los dos como para ser partícipe de ninguna venganza. 


     Cada que pensaba en ello; el viento soplaba en la oscuridad de su corazón, su sangre se tornaba en lava candente que le fundía cada pensamiento que podría albergarse en su corazón tornándolo de hiel. De una manera u otra la única forma de poder hacer algo concreto con su venganza era terminar de entrenar para poder beber la satisfacción de la sangre derramada .


     Gabriel ya había logrado ubicar a cada uno de los chicos implicados en el asesinato de su hermana, sólo hacía falta un interrogatorio formal en donde Kathya en un juzgado declarara la culpabilidad de esos muchachos en la invitación a esa fiesta y la violación de su amiga. Después de todo, Gabriel tenía resultado de las muestras de ADN en semen de 6 personas distintas encontradas en vagina, boca y ano de su hermana, y tejido en uñas de ella en su intento de forcejear, presumiblemente por defenderse de sus atacantes. Gracias a los archivos de criminalística a los cual pudo acceder gracias a múltiples contactos. Dichos ADN después de corroborarse ante el ministerio público con los implicados podría permitir la captura de cada uno de ellos y posterior encierro.


     Algo que escapaba a las indagaciones de Gabriel era que si hacían las preguntas adecuadas, hallarían las respuestas esperadas. Pero lo que no sabían, era que puede que sea mejor no preguntar. Porque lo que no sospechan es que quien está detrás de esas muertes se encuentra muy cerca de ellos. Y prefiere que no se sepa la verdad.  


    Mientras que Kathya confesaba tímidamente todo lo acontecido a Gabriel sin obviar los detalles que alguna vez obvio, por considerar vergonzosos para ella y por querer mantener intachable la memoria de Sofía. Grababa cada palabra de cuanto decía ella.


          Surgen entonces las mismas imágenes, una tras otra, de su propio cuerpo repetido junto al  de Sofía frente al teléfono, y marcando los números de los chicos atractivos y buena honda recién acabados de conocer... Los sentimientos de sorpresa e incredulidad de ambas de haber podido ligar a ese grupo de chicos, ante la añoranza de reencontrar entre ellos una nueva oportunidad entre el baile, la alegría y la distracción que ambas buscaban para pronto reiniciar una nueva vida. Una de un mal amor y maltratos y la otra de darse la oportunidad de demostrarle a un hermano que podría sola contra el mundo. En medio de una tarde agradable con un chico lindo al que conocer y tener un romance... Kathy se preguntaba el cómo poder explicar el absurdo de ir a una fiesta para que luego de una sobredosis ellos hayan querido abusar de ambas 


     Eso sí, había algo que nadie podía negar. El cuerpo de ambas chicas; transcurridos cuarenta y tantas horas, empezaba a sufrir los primeros estragos del tiempo. Pues era obvio que ambas amigas llevaban entre las horas de mudanza, el viaje a la zona de playas y la búsqueda del lugar adecuado para pasar esa semana, el peso del cansancio acumulado y aunque las ganas de disfrutar de esas merecidas vacaciones y el gusto por conquistar chicos atractivos en esa oportuna fiesta les inyectaba las energías necesarias para continuar en pie. 

La venganza de KathyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora