Capítulo 3

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Descubrí que se llamaba Luís, él me dijo que me parara un rato y me diera una vuelta para que me pueda "inspeccionar". Si claro ¿como no? Si se ve que me está violando con la mirada pero es muy mayor, a mi no me gustan mayores.

—Muy bien, pasaste la primera prueba.

—¿Cual es la segunda? —pregunté.

—Trabajarás aquí con una condición.

—¿Cuál? —dije mirándolo para demostrar que no me causaba temor.

—Te acostarás con los clientes jóvenes que vengan a buscar sexo y diversión.

—Umm, esta bien.

Este era el paraíso, me está diciendo que puedo dejar de ser virgen con quien me desee.

—Perfecto, te espero hoy a las diez para darte tu uniforme de camarera.

—Bueno, me retiro.

—Una cosa más de preferencia ponte ropa corta.

—Entendido —respondo saliendo de la oficina para después salir del bar y subirse a su moto.

Encontrar trabajo perfecto tachado de mi lista. Ahora sólo falta dejar de ser virgen y probar a todos los chicos sexis de ese bar.

No soy una hambrienta de sexo, ni tampoco una prostituta, pero si quiero perder mi virginidad y acostarme con unos cuantos chicos más para poder recuperar todo el tiempo que perdí siendo niñita buena.

Conocidos por el sexo | Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora