Entré al bar y me dispuse a seguir trabajando, mientras lo hacía pensaba en como iba a escapar de este lugar, sería difícil, pero no imposible, terminé mi turno y salí del bar, iba a subir a mi moto cuando alguien me llamó.
—Corina.
—Christopher, ¿que sucede?
—Sólo quería preguntarte si estabas bien, te noté algo triste.
—Si, estoy bien —dije suspirando y tratando de retener el nudo que se había formado en mi garganta.
No quería llorar, no es que no confiara en él pero no quería mostrarme débil, me metí en esto y ella sola saldría.
—¿Segura?
—Si, lo estoy.
—No, no lo estás, Corina, te conozco poco tiempo, pero aún así se que quieres llorar, y no hay nada malo con que lo hagas.
—No lo quiero hacer —dije tratando de que no se le cayeran las lágrimas pero fue inútil.
Christopher ya me tenía rodeada con sus brazos.
—Ven vamos, te llevaré a mi casa para que descanses y mañana estés más tranquila. —me habló y caminamos hasta su auto.
Subí al asiento copiloto y el manejó, llegamos a su casa y me llevó a su cuarto, me acosté en la cama cubriéndome con las sábanas y él se sentó a mi lado. Acariciándome mi cabello.
—¿Por que haces esto? —dije refiriéndome a que me había traído a su casa solo para consolarme.
—Lo haría por cualquiera que necesite mi ayuda, sobretodo por ti —cuando él dijo eso me volteé mirándole a los ojos.
—¿Por que te preocupas tanto por mi?
—La respuesta es fácil, te amo, Corina, he descubierto este sentimiento por primera vez y no dejaré que nadie te haga daño.
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Conocidos por el sexo | Christopher Vélez
RomanceCorina Owens no era la típica chica normal, a ella le gustaban cosas diferentes, a comparación de sus amigos, tenía la mente más avanzada, o tal vez se debía a que era huérfana de madre. Al cumplir los dieciocho ya no le importa nada más que dejar d...