Nos dirigimos a unos de los muchos cuartos que hay en este bar y cerré la puerta con seguro, hoy había venido preparada, me puse un conjunto de lencería de color rojo dicen que ese color trae locos a los hombres, es un color muy sexy y caliente.
Christopher se sacó todo y sólo quedó en boxer, me pegó a la pared tan fuerte que nuestras bocas rozaron y sentía su erección bajo mi falda, de un tirón me sacó la falda y retiró mi top, retrocedió un poco para poder apreciar lo que llevaba puesto bajo mi vestuario y se relamió los labios.
—El color rojo es mi preferido.
Me besó los labios con una intensidad que me calentaba las bragas poco a poco, caminamos hacia la cama nos dejamos caer sobre las sábanas.
—Me gusta como te queda —dijo señalando mi ropa interior —Pero me gusta más cuando estás sin ella.
Me dejó desnuda y volvió a besarme mientras acariciaba mis senos, de mí boca comenzaron a brotar gemidos y de la suya también.
Sin previo aviso me penetró pero no fue salvaje, como lo había sido Erick, sino fue despacio, haciéndome disfrutar cada movimiento, seguía penetrándome hasta que llegamos al climax.
—Oh, Christopher —grité para luego recuperar el aliento.
Sentir como salía de mi y se acostaba a mi lado.
—Fue lo mejor —dijo y cerró sus ojos.
Imité la acción y nos quedamos dormidos, completamente desnudos, cubiertos por las sábanas.
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Conocidos por el sexo | Christopher Vélez
RomantikCorina Owens no era la típica chica normal, a ella le gustaban cosas diferentes, a comparación de sus amigos, tenía la mente más avanzada, o tal vez se debía a que era huérfana de madre. Al cumplir los dieciocho ya no le importa nada más que dejar d...