Capítulo 52

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Narra Christopher

Besé a Corina con mucha delicadeza, como si se fuera a romper, ella era hermosa en todos los sentidos y ahora era oficialmente mía, era de Vélez, le agarré de la mano y comenzamos a salir de la iglesia rumbo a la limusina que nos llevaría a la fiesta.

—Me gusta tu vestido, estás hermosa pero me gustas más sin él —le dije al oído y vi como se erizó.

—Gracias, tú no te quedas atrás, eh, guapo.

—No puedo esperar a la luna de miel.

—Pues sé paciente, ahora tenemos que disfrutar de la fiesta.

Bajamos del auto y entramos a la fiesta, con gritos y aplausos nos recibieron y que vivan los novios decían, nos sentamos en la mesa correspondiente y vimos como Alexa se acercaba a nosotros con nuestra hija en brazos.

—Felicidades, su pequeña no deja de moverse.

—Debe tener hambre, ven preciosa —dijo alzándola —Esta bebé se quedará con mami y papi, la tía Alexa irá a disfrutar la fiesta.

—Gracias —le respondió y salió corriendo.

—Esto es hermoso —dije,

—Lo sé, es tan lindo te esmeraste con todo esto.

—No me refiero a eso, me refiero a nosotros, nunca creí en el amor, pero mírame ahora, me traes loco igual que esta pequeña, pensé que mi vida sería miserable, pero al contrario, soy feliz junto a ti, formé una familia, soy el Christopher del cual mi madre estaría orgullosa.

—Tu madre siempre ha estado orgullosa de ti, nunca la has defraudado, has cometido errores pero todo fue culpa de tu padre, tu sólo seguías sus pasos, pero ahora olvidemos eso, eres feliz, yo soy feliz, somos felices, nada arruinará nuestra felicidad.

—Te amo, eres la única mujer que a pesar de haber sufrido tanto nunca deja de sonreír.

—Yo también te amo, mi vida ha cambiado mucho desde el día que me topé contigo.

—Lo sé, ¿quién diría que conocería al amor de mi vida en un bar? —hablé recordando el primer día y sonriendo.

—Y que esa persona cambiaría mi mundo por completo —dijo y me besó, sus labios sabían dulce, con ella me sentía seguro

Sonará cursi pero ella es mi vida, se convirtió en mi vida a pesar de todo.

FIN

Conocidos por el sexo | Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora