—No puedes andar por ahí vestida tan sexy sin buscar diversión.
—¿Quien dijo que no quería diversión? —pregunté.
—Sexy y provocativa, me gusta, ¿que te parece si me acompañas y nos divertimos un poco?
—Me parece perfecto.
Busca diversión, se nota a kilómetros que está bebido pero mejor así, ya que no creo que note que soy virgen y eso me conviene, el chico misterioso de ojos marrones me guió hasta llegar a una habitación, la cual estaba en mejor estado que la mía.
¿Como es posible que en un bar haya estas cosas? Buen lugar para trabajar y tener sexo, se quitó la camisa con el pretexto de que hacía calor y me acorraló contra la pared de nuevo, creo que se me va a hacer una costumbre esto de andar pegada a la pared.
—¿Cuál es tu nombre?
—Corina, ¿y el tuyo?
—Christopher.
—Sexy nombre.
Sin perder más tiempo comenzó a besarme con deseo, mi labio superior quedó atrapado entre los suyos, lo succionó y lo lamío haciendo que jadee, enrollé mis piernas en su cintura y él dejo mis labios para comenzar a besar y mordisquear la piel de mi cuello dejando un rastro de besos húmedos y calientes que hacían viajar por todo mi cuerpo una sensación extraña de placer.
Quitó mi top y mi brasier dejando al descubierto mis senos junto con mis pezones erectos, los miró con deseo y se relamió los labios para luego meterse uno a la boca y masajear el otro, eso hizo que arqueara mi espalda dándole más entrada, este chico si que sabe como dar placer.
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Conocidos por el sexo | Christopher Vélez
RomanceCorina Owens no era la típica chica normal, a ella le gustaban cosas diferentes, a comparación de sus amigos, tenía la mente más avanzada, o tal vez se debía a que era huérfana de madre. Al cumplir los dieciocho ya no le importa nada más que dejar d...