Un dolor horrible de espalda me hizo que abriera los ojos, no había podido dormir bien en toda la noche, tomé un poco de agua del vaso que había en la mesita.
—Veo que despertaste —dice Luís con una sonrisa.
—Si, pero me siento un poco mareada —respondo tocando mi cabeza.
Para luego ver como se desvanecía y la voz de Luís burlándose de mi se escuchaba más lejana.
(...)
Narra Christopher
—¿Como que no puede hacer nada? —le digo a la policía.
—Lo siento pero tiene que tener 72 horas de desaparecida.
—Ya tiene más de 30, ¿no pueden hacer algo? ¿Acaso no se dan cuenta de que mi novia puede estar en peligro o algo peor por el bebé que tiene dentro de ella?
—Lo sabemos, señor pero esas son las reglas no podemos hacer nada, pero no se preocupe, ni bien cumpla las 72 horas comenzaremos la búsqueda.
—Uf, gracias por su "graan" ayuda —dije con sarcasmo.
(...)
—¿Que pasó?
—Veo que despertaste.
—¿Donde estoy?
—No te lo puedo decir pero estamos yendo a un prostíbulo.
—¿Que? Yo no puedo ir, yo estoy embarazada.
—Al parecer ya no.
—¿Q-que? —respondí asustada.
¿Como que ya no estaba embarazada, que era esa locura?
—Lo que escuchaste, tu bebé ya no existe más.
—Son unos malditos mentirosos, claro que mi bebé está aquí —dije tocándome el vientre con dificultad.
—Será mejor que cierres la boca estúpida prostituta.
—¡Son unos malditos asesinos! ¡¿Cómo pudieron matar a un ser indefenso? ¡Mi bebé ya no está por su culpa, estúpidos! ¡¿Ahora que harán. obligarme a ser una prostituta?
—Justamente eso, linda.
—Maldito perro, espero que tú y toda tu raza inmunda se mueran.
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Conocidos por el sexo | Christopher Vélez
RomanceCorina Owens no era la típica chica normal, a ella le gustaban cosas diferentes, a comparación de sus amigos, tenía la mente más avanzada, o tal vez se debía a que era huérfana de madre. Al cumplir los dieciocho ya no le importa nada más que dejar d...