Capítulo 18

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—¿Que? Eso no es cierto.

—Claro que lo es, y tú muy bien sabes que es difícil librarse de un prostíbulo, a menos que mates al jefe, y ese soy yo.

—Lo haré si es necesario.

—Pues será una tarea muy difícil, pequeño Christopher, ahora vete y dile a esa maldita prostituta que regrese a su trabajo, o sino no la pagaré.

—¡No la llames así!

—Yo la llamo como to quiera.

Salí molesto de la oficina de mi padre tirando la puerta, manejé de regreso a casa tratando de respirar para calmar mis emociones, Corina no puede verme así, ¿cómo la sacaría de esto?

Yo muy bien sabía que era casi imposible librar a una chica de un prostíbulo, a menos que la policía atrape o que alguien mate al jefe, y ese jefe era mi padre, ¡joder!

Grité golpeando el volante haciendo que la alarma del carro se active. Esperé a que me calmara un poco y seguí manejando, llegué a casa y bajé del auto un poco más calmado.

Saqué la llave en ingresé encontrándome con Corina durmiendo en el sillón, se veía tan tierna y frágil que no quise despertarla, cerré la puerta y fui a la cocina, necesitaba un vaso de agua para calmar mi sed de venganza, regreso a la sala y Corina ya se había despertado.

—Christopher —dijo aún soñolienta.

—Hola amor.

—¿Que ocurrió? Estás un poco raro.

—No pasó nada, tranquila.

—Estás ocultándome algo —habló un poco molesta. Me senté a su lado.

—Mira —dije suspirando —Te lo voy a decir pero antes prométeme que no te alejarás de mi, yo te ayudaré. —hablé algo nervioso.

—Te lo prometo —respondió algo asustada.

Conocidos por el sexo | Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora