Capítulo 34

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Siete meses después.

Narra Christopher

Siete malditos meses en los cuáles no veo a Corina, siete malditos meses en los cuáles no se si mi hijo está vivo o muerto, siete malditos meses de infierno y ni una sola pista de su paradero, tan inteligente es mi padre como para no dejar ningún rastro Si sigo así creo que me volveré loco.

Llamada telefónica:

—Joven, tenemos una pista.

—¿Tienes una pista?

—Sí, encontramos, o mejor dicho, estamos 99% seguros de que encontramos donde se encuentra su novia.

—¿Qué? Voy para allá.

Fin de llamada telefónica.

Narra Corina

—Eso, linda, muévete más sexy.

—Cállese estúpido.

Debería estar acostumbrada a esto, lo vengo haciendo desde hace mucho tiempo, exactamente siete meses pero ¿cómo acostumbrarme a algo tan vil? Aún no lo olvido todo lo que estos hombres me hicieron, mataron a una parte de mi y eso no se olvida fácilmente.

—Hey, lindura, ¿qué piensas? Vamos, muévete o te castigaré en la cama, prostituta, necesito que me causes una erección, no unas ganas de vomitar.

—Las ganas de voitar se lo causa el alcohol y las drogas y mire, ¿que pena, no? Pero mi turno terminó, adiós. —dije y salí de ahí.

Caminé hasta mi cuarto que parece de todo menos un cuarto decente, me quité la ropa y me puse la bata que siempre uso para esperar a los clientes.

—Corina, tu cliente te espera en la habitación 2.

—Gracias por avisarme, Pedro, ya voy.

Se podría decir que Pedro es una de las personas que mejor me ha tratado desde que llegué y agradezco mucho eso. Caminé hasta la habitación y antes de entrar tomé aire, ahí vamos cliente número 100...

Conocidos por el sexo | Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora