🍃Jardines 35🍃

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La inaguración del nuevo jardín había llegado. Todos los nobles mas importantes habían sido invitados a dicha celebración.

Park JiMin y Min YoonGi disfrutaban ese alba, antes de que fuera su hora de presentarse, ellos habían tenido un encuentro matutino, entre suspiros suaves y sonrisas cariñosas. YoonGi amaba el cuerpo cálido de JiMin. Lo amaba con locura.

- Debemos estar a tiempo jardinero real...-susurró, siendole robado un suspiro cuando Min rozó su cuerpo desnudo.

- Unos minutos mas, debo recordar esto lo que queda del día, el viaje será largo y no podremos estar seguros hasta llegar al que será nuestro nuevo hogar...- dijo con voz grave. YoonGi tenía razón, ellos huirían luego del festival de luna nueva y la presentación del jardín a los nobles.

Pensando en todo. Su vida había cambiado de manera drástica y agigantada, nada de esto lo tenía previsto, o estaba en su plan de vida. Con pesar recibió la carta de TaeHyung y el último adorno que MinHa le enviaría. Min al verlo llorando solo le abrazó, él agradeció el gesto pero el enojo y la frustración lo estaban dominando de manera inhumana. Su padre dijo que iba a portegerlos, NamJoon les había asegurado protegerlos... pero ellos estaban a punto de perderlo todo...

Se levantaron, desayunaron y cada cual se devolvió a su resudencia para estar listos para el evento. JiMin iría a revisar los últimos detalles. Estaba asustado, no volvería a ver a su padre o a su tío, quizás nunca vería a JungKook de nuevo ni a su hermana menor ni a TaeHyung.

JiMin estba organizando lo poco que quedaba en el lugar de la construcción. Revisó que todo estuviera bien, que nada faltara y todo en su lugar y de manera ordenada. No podía creer que ya habían pasado seis meses desde que el trabajo comenzó, a pesar de que el invierno fue un poco dificil, la primavera les facilitó mucho con respecto a la adaptación de las flores. En medio de la pequeña plaza observó todo a su alrededor, el area de la cascada, el lugar de las cortesanas y el lugar donde los nobles podrían sentarse.

- ¿Listo, amor?- la voz de YoonGi le sorprendió de nuevo.

JiMin asintió con una sonrisa y corriendo el riesgo de que alguien los viera, se atrevió a besar la mejilla de su amante.

Fueron a la entrada, adornada por dos cerezos llenos de hojas, algunos capullos, y pequeños brotes.

La corte real y el rey mismo estarían allí dentro de poco. A los alrededores se encontraban los diferentes jardínes que habían sido construidos por YoonGi en años anteriores. El jardinero real disfrutaba contarle a JiMin como se le habían ocurrido el diseño de los diferentes jardínes. JiMin le miraba con total admiración.

El protocolo dictaba que el Rey junto con el jardinero principal, en ese caso JiMin, debían recorrer el pequeño sendero que los llevaba hasta el jardín. YoonGi, al ser el jardinero real les seguiría. Y luego los ministros y eunucos. Y al final los nobles de mayor renombre.

Para YoonGi fue un martirio ver a sus padres acompañando a la que sería su prometida. Sintió tristeza por ellos, quiso decirles que iba a irse para ser feliz, pero sabía que su madre le suplicaría que no lo hiciera mientras que su padre lo golpearía. YoonGi pensó en su hermano. Quizás le iba bien, hacía mucho no lo veía, y sería una total mentira si dijera que no va a extrañarlo. Pero su hermano hizo su vida y tomó sus propias decisiones, él haría su vida junto a la persona que amaba. Tomando sus propias decisiones.

NamJoon observó el trabajo realizado y cada una de las personas que lo acompañaban, aludían que era un buen regalo para la reina. NamJoon solo sonrió con nostalgia y miró a su hijo, quien era rodeado por algunos nobles, preguntandole por su familia y JiMin muy cortés evadía cada pregunta personal que le hacían.

Y tal vez sería un secreto que se llevaría a la tumba. NamJoon lo sabía. Ese jardín, justo en medio de todas las demas plantaciones, era para la única persona que le enseñó el significado de la vida. A quien jamás volvería a ver. Ese jardín era para Park SeokJin. Quizás en otra vida podrían reunirse y tener una relación hasta el final de sus días. Sin embargo en esta, estaban condenados a estar separados, a olvidarse... pero NamJoon sabía que no podía.

No cuando veía a JiMin mirarlo, con esa mirada cargada de enojo y de dolor. A sabiendas por la situación que JungKook estaba pasando. A lo que los había condenado por no haber sido mas valiente.
Supo en ese instante que su hijo no lo odiaba a muerte, pero que estaba decepcionado de sua acciones, se sentía triste por haber roto los sueños de una familia feliz para sus hijos. MinHa jamás sabría que él era su padre.

Te quiero, hijo...

JiMin miró a su padre con esa pizca de remordimiento. Quiso ir con él. Pero en silencio le dijo adiós al darle la espalda y salir del jardín.

Adiós papá...

YoonGi como pudo se escabulló y fue tras JiMin. Al alcanzarlo notó que su amante estaba llorando aferrado a uno de los árboles que adornaban el sendero para salir de esa colección de jardines.

- JiMin...

- Lo sé...- dijo limpiando sus lágrimas- Quiero irme con usted, ¿me ama, YoonGi?

YoonGi lo abrazó procurando no ser descubiertos.

- Lo amo...

- No hay mas que decir...- le dijo con una sonrisa.

Llegaron hasta la casa del jardinero real, guardaron un par de cosas y esperaron la noche, algunos criados de extrema confianza de Min irían con ellos.

- Todo listo mis señores...- BaekHyung le aseguró.

- Gracias Baek...- le respondió YoonGi. Dejó que el grupo de la servidumbre se marchara y volvió a ver a JiMin- Amor... debemos irnos...

- De acuerdo...- susurró con una pequeña sonrisa. JiMin le había dicho a su padre que huiría junto a Min, y le pedía que por favor, él se fuera. Que esperaba verlo feliz. Claramente la carta no tendría respuesta.

Esa noche, YoonGi y JiMin, sobre el mismo caballo negro de la vez anterior, llevaban esperanzas y desilusiones...
Queriendo un futuro mejor...
Un lugar donde no se les condenara y pudieran ser libres...

En los Jardines de Su MajestadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora