🍃Jardines 25🍃

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JiMin se encontraba dentro de su habitación, en la casa del jardinero real, tirado sobre el futón y mirando al techo. Tenía muchas dudas, sobre todo por la relación que él y el jardinero real tenían, luego estaba su padre, debería hacerle una visita, ya había adelantado una buena parte del plan de trabajo, y extrañaba a su familia, ademas hablaría con su padre, hablaría con JungKook, e incluso con TaeHyung.

Suspiró y cubrió sus ojos con su antebrazo derecho.
Hace una semana que habían estado demasiado ocupados con el proyecto que no habían tenido ni un solo respiro. Tanto él como Min estaban cansados, apenas y se veían, pues ambos estaban de acuerdo en adelantar el trabajo para poder tomarse un día y descansar.
Luego de haber decidido la flora y de encargarla, volvieron a la casa del jardinero real, la primera noche que habían dormido juntos, solo acompañando al contrario.

YoonGi no distaba mucho de la situación. Había extrañado hablar con JiMin, el menor tenía una forma de responder que le encantaba, e intuía que se debía a algo propio de su personalidad. Hacía ya una semana que le había visto bastante estresado, y aunque ambos había acordado trabajar todo lo posible, esa semana se le habían hecho días demasiado largos.
Apenas y cruzaban palabra y lo extrañaba. Lo extrañaba en verdad...

- Baek- llamó a su mayordomo

- ¿Sí, mi señor?- preguntó en cuanto se acercó a Min

- Llama a JiMin, y dile que venga a mis habitaciones, es urgente- habló

- De inmediato- fue la respuesta que recibió y entró de nuevo a sus habitaciones.

Baek fue hasta la residencia que se le había entregado al joven Park durante su estadía. Le llamó, recibiendo un "¿si?".

- El jardinero real le llama, es urgente- le dijo en cuanto vió a JiMin salir

- Gracias Baek, voy de inmediato- le dijo al mayordomo, quien hizo una reverencia rápida y se retiró.

JiMin dió una vista rápida a sus ropas y se dirigió hasta las habitaciones del jardinero real, preocupado pensando qué era lo que había sucedido.

- ¿Jardinero real?- preguntó en cuanto entró.
Sin embargo no esperaba ser impactado contra la pared mas cercana y mucho menos esperaba saborear esos labios que había extrañado en esa semana, con un poco de desespero llevó sus manos hasta los cabellos de Min, quien apresaba su cintura, jaloneo de ellos, tratando de profundizar el beso que recibía. Hasta que soltó un jadeo que los hizo separarse, y juntar sus frentes.

- He... extrañado... verle...- susurró Min, ocultandose en el cuello del menor quien le abrazaba y jugaba con sus cabellos, halandolos levemente

- ¿De verdad?- preguntó, dejando besos sobre la piel pálida descubierta, reaccionando ante su tacto.

- Por supuesto, no sabe lo dificil que es concentrarme si siempre aparece...- se quejó dejandose llevar por las caricias- Su ausencia me hace daño...

JiMin rió y negó.

- Ya que estoy aquí... no lo sé... puede volver a besarme...- susurró en un tono seductor, dejando besos en la piel pálida expuesta, llevando su mano derecha hasta el lazo que rodeaba la cintura del hombre que lo tenía acorralado, desatando el nudo y abriendose paso hasta tocar la calidez de Min, quien suspiró ante el toque.

- JiMin...- suspiró, sintiendo las caricias en su parte baja, en todos sus encuentros íntimos siempre había sido él quien tomaba la iniciativa casi en todo, pero JiMin una vez cegado por el deseo y el placer, tenía el atrevimiento de jadear sobre su boca o cerca de su oído, o mover su cadera sensualmente solo para exitarlo más, o la forma en la que se aferraba a sus brazos o deslizaba sus manos sobre su espalda...

- ¿Que desea jardinero Min?- preguntó en un tono lascivo, sin detener los movimientos de su mano.

- A usted...- dijo y se dirigió, a ciegas, hasta la mesa donde habían estado sus planos, se sentó e hizo que JiMin se sentara sobre su regazo.
Park rodeó con sus piernas la cintura del jardinero real, y movió su cadera de forma lenta, al mismo tiempo que Min comenzaba a quitarle la ropa, y le besaba con un desespero mayor que el del principio.

Una vez desnudos, entre jadeos y besos húmedos, se entregaron nuevamente. Sintiendo sus cuerpos calientes y renovados al volver a unirse, llenando de caricias el cuerpo ajeno, saboreando la piel a su alcance.

YoonGi no podía evitar besar el hombro del menor, yendo hasta su cuello. JiMin le brindaba todo el espacio necesario, ladeando su cabeza y correspondiendo el contacto.

- YoonGi...- jadeó cuando sintió las caricias subir desde sus piernas hasta su abdomen, le encantaba la forma pausada en la que el jardinero real tocaba su cuerpo, lo hacía sentir deseado, y aunque Min se había llevado su primera vez en muchos ambitos, le gustaba la idea de haberse entregado a ese hombre que en estos momentos besaba sus labios de una manera mas dulce... dejando a un lado la desesperación, le besaba con tranquilidad como si tuviesen todo el tiempo del mundo a su disposición...

Le gustaba esto... quizás mas de lo que debería, pero no le molestaba...
De hecho, se estaba acostumbrando...

En los Jardines de Su MajestadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora