🍃Jardines 33🍃

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Llevaban todo el día en el terreno donde la construcción había estado llevando su curso de manera casi perfecta. Los cipreses ya habían sido colocados en sus lugares correspondientes, junto con las plantaciones de lirios, quien JiMin mismo se encargó de arreglar y preparar la tierra.

Las escalinatas sur cubiertas de pasto, y las escalinatas norte lleno de piedras que hacían los bordes de lo que sería la fuente del lugar. Contaba con un sistema de agua reciclable por lo tanto no era un problema. JiMin iba caminando de un lado a otro en el lugar inspeccionando que nada estuviera fuera del lugar. El centro del jardín tenía una plaza pequeña, a un costado se encontraba la entrada que era adornada por dos cerezos, a simple vista no había nada especial mas allá de lo que el ojo veía. El frío viento, había sido opacado por una pequeña calidez permitiendo que los árboles estuvieran llenos de hojas y flores perfumando el ambiente.

La inaguración del jardín estaba a unos días, y la presentación de la prometida del jardinero real Min YoonGi, un noble de cuarto rango también. Dos festividades que iban a juntarse. Y su matrimonio a unas cuantas semanas de ocurrir.

JiMin había recibido una última carta de JungKook. Su hermano mayor le había dicho que cuando el recibiera la carta, se encontraría lejos. Que esperaba fuera feliz, pues habían sufrido mucho y que no dejara de amar nunca, que el odio contaminaba su alma y la manchaba. Que fuera fiel a lo que creía y que a veces marcharse era lo mas sabio que se podía hacer.

YoonGi lo abrazó cuando recibió la carta el día anterior. Luego de la noche que pasaron juntos fuera de la casa de Min, el día anterior solo se había dedicado a aclarar algunas dudas, y YoonGi le explicó por qué había tardado dos días. El pálido había buscado algún lugar donde pudieran vivir sin tener que preocuparse y solo algunos de los sirvientes mas allegados y a los que él les tenía confianza se moverían en esos días para la casa que estaba buscando.

Antes de que su nombre fuera famoso en las diferentes provincias. YoonGi era un aficionado a comprar propiedades sin interés alguno en sí. Algo que nadie sabía. Ya que todo lo manejaba con extremo secreto. Quizás pensó que haría algún pecado hacia sus padres y tendría a donde vivir o un techo que lo protegiera. Él prefería mil veces desaparecer de la vida de sus padres que atreverse a pelear con ellos.

Así, pues, habían algunos lugares que él mismo había comprado y arreglado. En zonas apartadas, siempre le había gustado tener su espacio, y aunque no contaba con todos los lujos que tenía en su residencia cercana al palacio, para él era suficiente. Tendrían espacio y un hogar.

JiMin fija su vista de nuevo en el lugar donde estarían las cortesanas tocando los diferentes instrumentos musicales. Caminó hasta el lugar y visualizó todo siendo perfecto. Había demasiada tranquilidad. Y no sabía si temerle a ello...

- ¿Sería este el lugar donde quiere que me declare?- preguntó una voz a sus espaldas, una que conocía muy bien. Giró y miró al jardinero real parado con su traje de noble como en la mayoría de ocasiones.

- Lo he estado pensando...- le susurró y caminó hasta él. Min YoonGi le recibió en un abrazo.

- No tenga miedo, JiMin- le dijo acariciando la mejilla ajena- Voy a cuidar de usted...

- Lo sé...- estaba tranquilo. Muy tranquilo, disfrutaba de esa cercanía y esa calidez que le rodeaba al estar con Min YoonGi. Quería quedarse allí. Sonrió sin poder evitarlo. Amaba a ese hombre.

- Todo quedó perfecto jardinero Park, debo decirle que hizo un trabajo muy arduo y ha dado excelentes resultados...- le dijo Min mirando a su alrededor. Los jardines tenían su belleza por las diferentes flores ornamentales utilizadas. Pero ese sin duda sería el mejor, detallaba belleza y delicadeza, mas exhuberancia y dedicación. Ese lugar en silencio se sentía el mas bello de todos.

- Me alegro que haya quedado satisfecho con mi trabajo, jardinero real- JiMin le susurró con voz dulce, haciendo al jardinero real ahogar un suspiro- Estuve muy ansioso por trabajar junto a usted...

YoonGi le besó su frente con una sonrisa, queriendo quitar todas esas inseguridades que atacaban a su amante.

- Jardinero real...- le llamó en un pqueño susurro.

- ¿Sí?- YoonGi le miró curioso.

- No podemos desaparecer así como si nada... yo quisiera que...- JiMin se mordió el labio- Quisiera que hablara con mi padre. Él esta sufriendo, no lo dice, pero yo sé que lo hace, desde que mi padre NamJoon nos abandonó, él no ha vuelto a sonreír como lo hacía...- ahogó un sollozo- ¿Usted podría hablar con él?

YoonGi le miró por un momento pero asintió. Hablaría con el padre de su pareja. Le aclararía la situación. Le diría que ama a JiMin y que desea llevarlo lejos para guardar su vida y compartir su amor lejos de todos y aunque no aseguraba una vida llena de paz, si iba a darle toda la felicidad que JiMin merecía.

- Él sabe, que su actitud cambió conmigo...- añadió.

- ¿Qué?- YoonGi le miró sorprendido. JiMin rió bajito.

- Hablé con él sobre usted... no le dije nada concreto, pero él sospecha...- dijo riendo de la cara afligida del hombre que lo tenía entre sus brazos.

- De acuerdo, yo le diré que deseo hacer a su hijo feliz- le dijo con una pequeña sonrisa. JiMin se sonrojó y sonrió cuando el jardinero real secó sus lágrimas.

Regresaron a la residencia de Min. Y ambos fueron a la habitación del pálido. Se acostaron por un breve momento, queriendo que las cosas fueran mas fáciles, quizás de otra forma, que mo hubieran tantos problemas, que pudieran verse sin necesidad de estar ocultos y tener un ojo sobre sus hombros todo el tiempo para evitar la muerte.

Aunque YoonGi sacrificaría su vida con tal de proteger a JiMin, nadie le aseguraba que lo cuidarían mejor de lo que él trata de hacerlo. Nadie le aseguraba que su pareja estaría bien. Nadie le aseguraba que sería feliz. Nadie le aseguraba que JiMin permitiría dejarlo morir...
Aunque él una vez lo pensó, pensó en dejar a JiMin, recuerda que su amante estaba dispuesto a dar su vida de igual forma en la que él lo haría.

Y solo por esa noche, ambos pudieron descansar rodeados de calor. Quizás sería la última noche en la cual podrían dormir sin prohibiciones y de manera tranquila.
Pero había algo de lo que YoonGi estaba seguro. Él afirmaba hacer todo lo que eataba en sus manos para guardar la vida de su pareja.

Quizás él y JiMin serían felices en otra vida, cuando sus caminos se crucen en un futuro...

En los Jardines de Su MajestadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora