🍃Jardines 39🍃

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Quería abrazarlos. Y eso hizo. Corrió a los brazos de su hermano mayor y de su pequeña hermana.
Lloró como nunca y JungKook y MinHa no se quedaron atrás.
Sobre todo la pequeña. JiMin pasaba mas tiempo con ella, pues JungKook entrenaba mucho.

Aunque los amaba por igual.

YoonGi y TaeHyung solo se saludaron con una reverencia. Se encontraban en una area bastante alta en las montañas. BaekHyun había informado a su señor que había visto a JungKook dos semanas atrás. YoonGi le envió una carta para contarle donde estaban y la forma en la que podría reunirse de nuevo con JiMin. Claro, que fue Baek quien llevó la carta hasta la pequeña casa donde ahora vivian JungKook, TaeHyung y MinHa.

JiMin no podía creerlo. Estaba abrazando a sus hermanos de nuevo. Los había extrañado. En verdad que le habían hecho mucha falta desde que se fueron. Anhelaba verlos y compartir con ellos un momento no importaba que este fuera corto o largo, quería saber si estaban viviendo bien, si comían bien, si eran felices...

JiMin anhelaba que de verdad ellos fueron felices a pesar de la situación en la cual se encontraban.

- ¿Cómo estan?- preguntó con su voz atropellada y JungKook sonrió. MinHa solo pudo abrazar mas fuerte a sus hermanos.

- Estamos bien, nuestro padre SeokJin nos envió algunas cosas, uno de los criados de confianza hace los viajes para poder comunicarnos con él. La situación en el palacio es cada vez mas tensa...- suspiró JungKook con pesar. JiMin entendió que algo andaba mal y TaeHyung se llevó a MinHa a descansar bajo un arbol mientras que Baek le acercaba comida y agua.

YoonGi miró a ambos hermanos y les dió espacio para hablar. Fue junto a TaeHyung para descansar, había estado despierto las ultimas dos noches seguidas.

JungKook caminó un par de pasos y JiMin le siguió.

- Debe ser algo muy malo como para que estes tan serio- le dijo JiMin con inquietud.

- No sé como vas a tomarlo...- le dijo mirandolo- ¿Recuerdas a YuGyeom?- preguntó.

- Fue tu compañero cuando estabas haciendo el examen para entrar a la guardia real- le dijo, JiMin recordaba aquel joven de la misma edad que su hermano, incluso un par de veces se quedó con ellos.

- Cierto- asintió- A pesar del tiempo nos mantuvimos en comunicación, pero debido a esta situación fue a buscarme a la casa de nuestro padre y él lo envió a la aldea donde estoy viviendo- JungKook se preocupó demasiado cuando vió a YuGyeom de esa manera, creyó que algo malo le había pasado pero le aclaró que andaba encubierto, si alguien lo reconocía iban a matarlo- TaeMin es el informante...

JiMin palideció. Nunca dudaría de la palabra de su hermano. Confiaba en él ciegamente, si su hermano decía que algo era peligroso, lo era. Si decía que ese camino era equivocado, lo era. Nunca dudó de sus palabras, aunque por un momento no lo quiso al saber que él fue escogido por NamJoon, su hermano era su hermano y siempre había cuidado de él.

- ¿Qué?- fue lo único que pudo decir.

- YuGyeom me dijo que él estaba haciendo su guardia cuando vió a TaeMin entrar a la biblioteca, yo le dije que él era mi primo lejano- explicó- Él en un momento me dijo que iba a pasar de largo sin embargo sin hacer ruido alguno entró a la biblioteca. TaeMin estaba hablando con uno de los eunucos, quieren matar a nuestro padre NamJoon...

JiMin se preocupó, es verdad que el hombre los había abandonado sin decirles nada, pero no quería que muriera, no deseaba ningun mal para él.

- TaeMin fue quien le dijo a la guardia secreta que nosotros somos los hijos ilegitemos del rey, pero que por orden de nacimiento, me pertenece el trono- JungKook estaba frustrado. Su última alternativa era una locura. No podían regresar, pero de ser necesario, irrumpiriría el palacio para matar a TaeMin.

Ya ni siquiera podía odiar a su padre NamJoon, su odio lo englobaba una sola persona. Park TaeMin iba a morir. Y él quería asegurarse de así fuera por haber tocado a su familia.

- ¿Cómo estan tan seguro de eso?- le preguntó JiMin.

- YuGyeom es de confianza JiMin, y de por sí he querido matar a TaeMin desde que te tiró al río- le dijo cerrando sus puños con fuerza y viendo hacia la nada.- Ya se apropió de muchas cosas que no le pertenecen, y me voy a encargar de eso...

- JungKook piensa con calma- le pidió JiMin preocupado. Muy pocas veces había visto molesto a JungKook, su hermano era alguien muy tranquilo, mantenía sus emociones e impulsos controlados- Sé que estas molesto, pero no dejes que esto te controle, las cosas pueden resultar peor para nosotros... para nuestros padres, incluso para nuestras parejas...

JungKook suspiró y destensó la mandíbula. Miró a su hermano menor.

JiMin tenía razón, su impulso podría acabar con la poca libertad que tenían, sus acciones podrían condenar a sus hermanos. Y a él, a sus padres y a todos. Miró hacia atras y vió a TaeHyung junto a MinHa, comiendo sentados a la sombra de un árbol. Y luego vió a YoonGi.

- De acuerdo, pensaré mejor y con calma, pero JiMin, es hora que comiences a explicar como terminaste junto a ese hombre- le dijo señalando al jardinero real. JiMin se sonrojó.

- Bueno, aunque fue un completo orgulloso, cuando llegó a la casa de nuestro padre- empezó diciendo JiMin- Es muy diferente... desde aquel día donde llegaste a verme, desde ese momento él me ha cuidado...

- Te cuida muy bien- dijo JungKook con diversión al apartar un poco la tela que vestía el cuello de su hermano.

- ¡JungKook!- JiMin lo golpeó en el hombro.

- Mientras él te trate bien, no diré nada, pero deben ser cuidadosos- JungKook volvió su vista al cielo- Sabes que estas relaciones son condenadas por la ley y aunque nuestro padre NamJoon sea el rey, esta tan atado de manos como nosotros... solo te pido que se cuiden...

JiMin asintió. YoonGi lo cuidaba muy bien, él tuvo la idea, después de todo, de huir, aunque el estaba decidido a desaparecer. El Imperio estaba buscandolos de manera discreta. No quería pensarlo, pero NamJoon les estaba dando tiempo para que pudieran verse. El reino estaba de luto por la muerte de Min YoonGi, su funeral duraría un mes, tendrían ese mes para tener un plan y seguir con vida.

Aunque estaba el otro lado, saber que TaeMin les había estropeado sus vidas de esa manera, le hacía herver la sangre, le dijo a su hermano mayor que pensara con calma, pero él estaba enojado y decepcionado. Ni siquiera se igualaba al enojo que sintió el día que supo que su padre NamJoon no regresaría, nada se le comparaba al enojo que sentía.

TaeMin había firmado su sentencia, y los hermanos Park se encargarían de hacerlo pagar todo el dolor que les provocó. JiMin estaba seguro de eso...

En los Jardines de Su MajestadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora