En los Jardines de Su Majestad

🍃Jardines 36🍃

El aviso de la desaparición del verdadero heredero había sido dado a la guardia real de parte del servicio secreto. Aunque habían algunos eunucos que no estaban de acuerdo con ello, pues de ser así deberían matar o desterrar al principe que vivía en el palacio.

NamJoon no podía creer que su hijo sería cazado de esta manera. JungKook no se merecía nada de eso. MinHa estaría en peligro, y no quería verse obligado a venderla a alguno de los ministros. JiMin lo mas seguro es que podrían matarlo al ser el segundo hijo.

NamJoon en ese momento se arrepintió en sobre manera por sus decisiones. Su única buena decisión es haber aceptado sus sentimientos por SeokJin. Haber adoptado a esos niños que ahora por su culpa estaban sufriendo, viviendo una vida ocultos como si hubieran cometido algún crimen o algún pecado digno de la muerte. Él, siendo su padre, amarró a sus hijos a la muerte.

Había arrojado sus cosas, nadie tenía el derecho de decidir por sus hijos. Ellos no eran responsables. Eran unos niños. Pero se sentía atado de manos, la única solución era matar a quienes buscaban dañar a sus hijos.

- Su Majestad... debo informarle sobre la desaparición del jardinero real...- uno de los ministros, que era como su mano derecha le dió tal noticia.

- ¿Cómo dices, HoSeok?- le preguntó NamJoon con poca fuerza, estaba cansado y agotado, ahora entiende por qué su hermano mayor falleció siendo tan joven. Y ya no quería lidiar con los problemas del reino, ahora extrañaba su vida junto a SeokJin y sus hijos. Los extrañaba. Ni siquiera pudo explicarles, no pudo decirles por última vez que los amaba. No pudo despedirse de ellos.

- El jardinero real no está en su residencia ni en la de sus padres, su madre envió la carta notificando que ha desaparecido sin dejar rastro alguno...- comenzó explicando al rey- Incluso se especula que se le vió subir a un caballo entrada la noche... sin escolta o sirviente... solo iba él.

NamJoon suspiró. Él no era tonto. Posiblemente JiMin estaba ya muy lejos junto a Min YoonGi.

"Espero lo cuides, Min, que hagas lo que yo no pude hacer por él..."

NamJoon había notado las diferentes marcas rojas en el cuello de su hijo, sin embargo no se esperaba que fuera Min el amante de su hijo. Admite que el aceptó la propuesta de los padres Min por ese razón, quería ver que tan capaz se sentía YoonGi de cuidar a su hijo. Y reconoce que Min fue mas valiente que él. Y eso le daba enojo y rabia. Pero nada podía hacer. Esa era una guerra ya perdida...

- Que la guardia inspeccione, pero quiero que me hagas un favor...- le dijo NamJoon y le pidió que se cerciorara que nadie estaba escuchando fuera de la residencia real.

- ¿Qué necesita Majestad?- preguntó HoSeok acercandose al rey, hablando bajito.

- Quiero que el encargado de la inspección haga todos los procedimientos que esta misma requiera, sin embargo- el rey hizo una pausa, y HoSeok supo lo que venía- Reportaran la desaparición y la posible muerte de Min YoonGi, es lo menos que puedo hacer por él... sus jardines han sido los mejores, su trabajo ha sido excepcional y ahora cuida lo mas importante para mí...

HoSeok asintió.

- De verdad que lo siento, NamJoon, las cosas no salieron como esperabamos... y te condenamos a esta vida...- le dijo con pesar. NamJoon negó. Y sonrió dolido.

- Lo hice por ellos... la amenaza del general Choi iba a matarme mas a mí... que a ellos...- suspiró. Y le pidió a HoSeok que se retirara y cumpliera con lo dicho.

HoSeok se retiró. Saliendo con el corazón acongojado. Esa situación le recuerda mucho a lo sucedido cinco años atrás. Cuando el antiguo Rey estaba vivo todavía. Sin embargo ahora su consciencia le estaba jugando mal, sintiendose culpable por lo hecho en el pasado.

Aunque él no era culpable directamente. HoSeok persuadió a NamJoon tratando de convencerlo de volver al palacio para tomar el trono. NamJoon estaba reacio a abandonar a su familia, que si bien era una familia en las sombras, ya que ese tipo de parejas eran condenadas, eran una familia que él vió destruirse. Día a día, durante esos años, veía a NamJoon sonreía leve y sincero cuando le informaba que sus hijos estaban bien. Él vió a NamJoon sufrir cada noche y mas aún cuando le presentaron a su prometida y mas cuando tuvo que casarse. NamJoon lloraba. Él lo escuchaba lamentandose.

Pero no fue él quien lo amenazó. El general Choi, dictó que si no tomaba su puesto en el trono, su familia, iba a morir. NamJoon trató de negar que tenía familia, pero el general le entregó los retratos junto con los nombres y edades de cada uno. SeokJin, JungKook, JiMin y MinHa, eran controlados. El general se había dado la tarea de investigarlos a cada uno, de estar al tanto de sus movimientos y de cada cosa que hacían. Le aseguró a NamJoon que si él no tomaba el trono, su familia sería quien moriría y él sería obligado a subir de todas formas. No iba poder librarse de eso. HoSeok se enteró de la amenaza luego de que naciera el principe heredero, NamJoon bebió como si no hubiera mañana, no por alegría sino de decepción y enojo. De arrepentimiento. HoSeok cuidó de él esos dos días en los cuales enfermó. NamJoon no quería ver a nadie. Tanto él como el eunuco Seo, procuraron que su vida no fuera tan lamentable, sin embargo había alguien que no estaba de acuerdo.

Choi MinSoo. General del ejercito imperial. Cuando NamJoon se negaba a algo, Choi lo golpeaba donde mas le dolía, sus hijos con SeokJin, él hizo todo lo posible para que NamJoon odiara a cada minuto del día ser parte de la familia real. Pero de la misma forma en la cual NamJoon vió su vida destruída de esa manera.

HoSeok acepta cualquier responsabilidad por la muerte de Choi. Lo acusó de traición y aunque fue de una manera cobarde, lo hizo por NamJoon. NamJoon al escuchar tal noticia, y aún sintiendo enojo y rencor, lo condenó a morir.
Traición era traición. Y NamJoon fue traicionado desde que metieron a sus hijos en sus planes.

Pero su calvario no acabó con la muerte de la Choi. Choi había manipulado a uno de sus mas confiables hombres, para que pudiera estar siempre encima del rey, y de este modo prohibirle algún movimiento.

Todo el palacio estaba de cabeza gracias a Park TaeMin...