Una silueta oscura se deslizaba por los pasillos con la varita en la mano mientras todos los demás dormían. Una capucha negra se encargaba de salvaguardar su identidad mientras la capa ondeaba detrás de sí.
Caminaba con garbo y un extremo sigilo que no obstante no sirvió para despistar a la señora Norris que al toparse de frente con esta persona en pleno pasillo, intentó maullar para alertar a su amo, pero por segunda vez en esa noche fue víctima de un encantamiento confundidor lo bastante fuerte como para optar por marcharse, atravesando un tapiz para tomar un atajo hacia otro lugar.
La silueta encapuchada siguió avanzando con sigilo hasta la enfermería. No iba a rendirse tan fácilmente, no iba a desistir de su empresa, así que siguió adelante con la idea firme en la cabeza. Sabía que muy probablemente habrían tomado precauciones, protegiendo la puerta de la enfermería, pero todo era cuestión de tener paciencia y ya. Esta vez lo lograría así tuviera que esperar incluso que abrieran desde adentro para atacar de sorpresa...
A la mañana siguiente, Lindsey despertó con mucha más energía que la noche anterior. Ella misma se midió la frecuencia cardíaca, la presión arterial y al mirarse en un espejo se encontró mucho menos pálida, incluso tomó la resolución de abandonar la cama e ir ella misma al gran comedor para buscar sus alimentos en lugar de esperar a que la señora Pomfrey se los llevara, pero la sanadora se negó rotundamente y solo le permitió abandonar la cama para ir a asearse al baño. No obstante era demasiado temprano aún para ir al gran comedor, solo que Lindsey y la señora Pomfrey habían despertado un poco después del amanecer.
—Hay una nevada muy intensa —comentó la señora Pomfrey al asomarse por una de las ventanas de la habitación de Lindsey mientras se frotaba los brazos.
—Con razón hay tanto frío —respondió la medimaga acurrucándose entre las cobijas.
La señora Pomfrey apuntó con su varita la caldera que estaba en medio de la habitación.
—¡Incendio! —exclamó, y el artefacto comenzó a trabajar, caldeando casi enseguida todo el lugar.
Era en verdad bastante temprano así que la sanadora se fue a preparar té en su despacho. Al salir de la habitación de Lindsey hacia la enfermería, encendió también allí la caldera pero antes de ponerse manos a la obra con el té, notó cierto movimiento a través de la hendija de la puerta de entrada, como si alguien estuviese al otro lado y caminara de un lado al otro. La enfermera afirmó la varita, recordando el incidente de la noche anterior. Aquel celaje no parecía el de un elfo, incluso le pareció percibir unas botas.
De pronto dejó de captar el movimiento de vaivén, así que después de esperar unos minutos, ya más animada pero no menos precavida, decidió abrir. No obstante se llevó una sorpresa cuando descubrió que la persona al otro lado de la puerta no se había marchado sino que estaba sentada en un banco de piedra que estaba junto a la puerta.
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Lindsey Cooper, la hermana de Lily.
FanficLindsey Cooper es la hermana gemela de Lily. Ambas fueron separadas al nacer por alguna razón. Aunque creció lejos de su verdadera familia, ella, evidentemente también es una bruja, aunque por haber crecido fuera de inglaterra, solo ha escuchado hab...