Lindsey Cooper es la hermana gemela de Lily. Ambas fueron separadas al nacer por alguna razón. Aunque creció lejos de su verdadera familia, ella, evidentemente también es una bruja, aunque por haber crecido fuera de inglaterra, solo ha escuchado hab...
—¡Ese es mi campeón! —vociferó Karkarov con orgullo, dirigiéndose a Colette para restregarle la victoria de su colegio a la engreída mujer.
Ella lo miró con odio.
—¡Pudgete! —espetó mientras él se reía, luego se fue junto a Fleur para encararla. No soportaba a ese horroroso hombre y mucho menos que le restregara el desempeño de su campeón en detrimento de Beauxbatons y de la estúpida de su prima Fleur.
—¡Cielos! Así que Potter queda en el último lugar —comentó Alastor Moody acariciándose la barbilla con aire analítico.
—Lo único que me interesa es que salga de ahí, no me importa el orden —respondió Lindsey.
—Naturalmente —dijo el profesor.
—¡Sr Stoyanov, Sr Ivanov! —Karkarov llamó al medimago y al sanador de Durmstrang para que atendieran a Víctor y a Hermione respectivamente. Ambos se apresuraron provistos de mantas y pociones piméntónicas—. ¡Bien hecho, víctorr! ¿Estás bien? —preguntó el director, ignorando a Hermione—. Asegúrense de que esté en perrfectas condiciones.
—Estoy perfectamente, Señorr. Ayuden a Herr... mio... ne.
El sanador, el señor Ivanov le estaba ofreciendo una taza con poción pimentónica a la muchacha pero después de tomarla ella se aproximó a Lindsey que la llamaba con la mano.
—Estás helada, cariño —dijo la medimaga frotándola con fuerza por encima de la manta para ayudarla a entrar en calor más rápido—. ¡Déjame intentar secar también tu cabello!
—¿Y Harry y Ron? ¿No han llegado? ¿Qué le pasa a Fleur? —preguntó al ver que la muchacha seguía llorando con desconsuelo mientras la rodeaban sus amigas. La pobrecita no dejaba de mirar la superficie del lago.
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Lindsey negó con la cabeza y Hermione detectó preocupación e incluso angustia en sus ojos.
—No han llegado —respondió la medimaga mientras pasaba la varita que exhalaba un chorro de aire caliente por todo el cabello de Hermione—. Fleur está desesperada porque no pudo rescatar a su hermanita. Dice que los Grindylows la atacaron. Si Harry no sube con Ron en los próximos cinco minutos yo misma iré a buscarlos —añadió la mujer mientras miraba su reloj de pulsera.
—Ya llegarán, Lindsey. Te veo muy pálida, no te preocupes.
Snape se asomó a la barandilla... ¡Estúpido mocoso! ¿Por qué diantres no subía de una vez por todas?
El tiempo pasaba, iban ya más o menos siete minutos y no había rastro de Harry, Ron o Gabrielle. Lindsey se levantó del asiento donde estaba, tratando de no tambalear por el mareo. Charity le colocó una mano en el hombro.
—Ya debe estar por subir, tranquila.
—No, Chari, algo sucede... algo está retrasando a mi niño ¿Y si esos grindylows lo lastimaron?¡No, Dios mío! ¡Profesor Dumbledore! Me parece que sería bueno enviar una señal a las sirenas... algo ocurre con los niños allá abajo —dijo la mujer mientras temblaba pues Fleur había vuelto a alterarse y amenazaba con arrojarse al lago mientras Madame Maxime intentaba sujetarla para impedírselo.