«Esta es la historia de un chico, lo suficientemente tonto y desesperado como para enamorarse de otro chico, uno igual de tonto y desesperado como para corresponderle»
Kim Taehyung no es conocido en Weverse High por tener las mejores calificaciones...
—No lo expulsaron pero lo castigaron, y escuché que si sucedía otra cosa más por su culpa, Kim Taehyung no volverá nunca más a esta escuela —compartió Jihyo con el resto de la clase.
—Espero que suceda pronto —comentó Woozi ganándose la aprobación del resto.
Jungkook se quedó en silencio, en realidad permaneció en silencio en la clase de cálculo, en artes plásticas y ahora en historia pensaba mantenerse de igual manera. Su pequeña cabeza castaña le daba vueltas a una persona, una y otra vez, como un disco rayado que se negaba a seguir rodando, repitiendo siempre la misma parte.
— ¿Te sucede algo Kook? —Le preguntó Hobi, preocupado a su lado—. ¿Te sientes bien?
El castaño asintió, distraído, y aunque Hoseok no le creía, decidió no seguir preguntando porque conocía a su amigo y cuando se le metía algo en la cabeza era poco probable sacarlo del mundo que él mismo creaba para sí mismo en ella. Se dispuso entonces a molestar a un ya adormilado Yoongi. Por su parte, Jungkook intentó esconder el rostro entre sus brazos sobre el banco en el que estaba sentado, para meditar, ¿Por qué se sentía tan impotente? Tal vez era que sabía que a pesar de todas las cosas que Kim Taehyung hubiese hecho, aquel día recibió un trato fatal e injusto. Ya no era simplemente que el chico tuviera mala reputación, era odio lo que sentían hacia él; Jungkook pensaba que era un odio injustificado. Su madre una vez le dijo que debía tratar a todas las personas con bondad y respeto, porque no sabía lo que cada quien estaba pasando en su interior, y una sonrisa o un simple gesto amable podía cambiar la vida de alguien, ya sea en poca o gran manera.
Suspiro contrariado, comenzando a sentir punzadas de dolor en las sienes, tampoco era de su incumbencia, no era su deber ir y salvar a Taehyung, no era su problema, ese chico le había amenazado en los vestidores y... también le había prestado un paraguas para que no se mojara en la lluvia. Contrariado, comenzó a golpear su frente contra la tabla del banco, buscando una respuesta a su dilema, frustrado.
—Jungkook-ssi —Hoseok le jaló de la manga de su camisa para llamar su atención—. La última clase fue cancelada, los profesores están teniendo una reunión, ¿Qué dices si vamos con Yoon a tomar un café y luego a mi casa? Pueden quedarse a dormir.
—Yo nunca acepté esa propuesta, ¿Quién te crees para prescindir así de mi presencia? —bromeó Yoongi, enganchándose su mochila al hombro.
El castaño los miró ponerse de pie, mordiéndose el labio inferior nervioso, quería hacer algo bueno, sus dedos picaban por buscar a cierta persona, simplemente para ayudarlo, para demostrarle que no era como el resto, ¿Pero por qué? Jungkook no tenía por qué ir a ayudar a alguien tan malo e indeseable, no tenía que demostrar nada ya que no conocía a Taehyung en lo absoluto.
— ¿Podrían esperarme en el café? Los encontraré un poco después, quedé en ayudar a alguien a la salida así que...
—Ese afán tuyo por ayudar a todo el mundo te llevará a la ruina —murmuró Yoongi negando con la cabeza. Él y Hoseok aceptaron los términos y junto a todos sus demás compañeros de aula, fueron a disfrutar de la hora libre.
Internamente Jungkook estaba de acuerdo con Min Yoongi, y que Dios se apiade de su pobre alma en desgracia.
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