Bad Reputation -Taekook/Vkook.

7 ✔

 Los días siguieron pasando y él tenía la certeza de que algo había cambiado. La percepción de alguien o algo puede cambiar por una simple acción o razón, Jungkook no tenía claro cuál era, solo sabía que estaba allí, latente en su pecho; lo sentía cuando lo miraba furtivamente desde su banco en el aula de clases y le arremetía la necesidad de acercarse y preguntarle un simple ¿Cómo estás? Si fueran totalmente distintos él podría ser su amigo y preguntarle algo tan sencillo como eso, pero en la realidad, eso sería tan problemático y el castaño tampoco era que se sentía tan valiente para hacerlo. No aún, aunque no sabía si podría alguna vez simplemente no tener miedo y elegirlo como su amigo, porque le agradaba. En serio lo hacía.

Quería poderle decir sin miedo que le gustaba la manera en la que sus dedos largos se movían sobre la trompeta en la clase de música...

—Eres la estrella de mis sueños, alumbras hasta el más oscuro firmamento. Eres la calma a mis lamentos, la razón de mi vida desde el primer momento. Como Altaír y Vega esperan pacientemente el encuentro, yo espero verte más que en la lejanía en este vasto universo; como la inmensa negrura del cielo extenso yo te amaré mientras más pasa el tiempo... —terminó de recitar Jungkook su poema, con la cabeza clavada en las hojas de papel entre sus dedos temblorosos.

De pronto aquél poema parecía más directo de lo que pensó al escribirlo para la clase y odió haber sido él, el escogido para leerlo en voz alta. Y lo peor era aquél silencio que se había clavado en cada esquina de aquella aula solo para escucharlo recitar esas palabras.

—Wow, intenso —comentó la profesora de Literatura sonriendo ampliamente, risitas resonaron tras su comentario—. Es completamente hermoso Jungkook, y entendí la referencia mítica. Puedes sentarte.

El castaño asintió, sentándose de golpe en su banco, queriendo que la gente dejase de mirarlo de esa forma. Tragó duramente al posar su mirada al frente, a donde él siempre se sentaba, pero, para su decepción, Taehyung había sido el único que no había puesto su atención en Jungkook y su poema.

—Wow, intenso —imitó Yoongi a la profesora batiendo las pestañas, riendo tras la mala mirada que Jungkook le dio —. Intensas palabras e intensa mirada, un hombre muy intenso...

—Oh, cállate.

Lo golpeó levemente en el hombro, ocultando su molestia tras una pequeña sonrisa que dejó asomar en sus labios.

—Nuestro Jungkookie está enamorado... —canturreó Hoseok haciendo garabatos con un grafito sobre su cuaderno de anotaciones.

— ¡No es así! —les exclamó por lo bajo, ahora viéndole mal a los dos, cada uno de sus amigos estaban sentado a su lado, derecha e izquierda, se sintió indefenso en medio—. ¡Es solo un poema!

—Si fuese solo un poema no te pondrías así, cariño —se burló Yoongi para después ponerle atención a lo que decía la profesora.

Jungkook se mordió la lengua y decidió ignorar la sonrisita divertida que curvaba los labios de Hoseok y los ojillos malignos de Yoongi. Ignoró su vergüenza por haber recitado el poema tan patético en voz alta, e ignoró el terrible disgusto que se acentuó en la boca de su estómago tras la ignorancia de cierta persona, sus ojos se clavaron fijos en la tiza moviéndose sobre el pizarrón sin verla realmente...

Taehyung por su parte se encontraba de muy poco humor, y aunque no lo demostró a simple vista, realmente había oído con bastante agudeza las palabras del castañito que últimamente abrumaba su cabeza con regularidad. Y es que, aquella mañana había llegado con tanta buena vibra encima, pero fue estrepitosamente explotada como si de una burbuja se tratase.

Por la mañana, al llegar a la escuela, Taehyung sonreía ampliamente, no tenía un por qué exacto, solo estaba animado aquél día, tanto, que la gente le miró de reojo extrañados ya que él nunca sonreía y menos en aquella institución, y cuando Baekhyun le dirigió un mal comentario al pasar a su lado por el pasillo, el de cabello plateado simplemente optó por ignorarlo, eso era súper más raro, pensaron los demás. Y de pronto, su burbuja explotó cuando fue jalado de improvisto por unos brazos, justo cuando pasaba por en frente de los baños de hombres, casi haciéndole caer, la puerta retumbando fuerte tras él al cerrarse haciéndole pensar que le habían estado esperando.