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—Llévame con él.

La mirada del señor Jeon conectó con la de su hijo a través del espejo retrovisor, parecía que Jungkook estaba blindado en acero, porque su mirada feroz demostraba que no iba a dar su brazo a torcer.

—Koo....

—Quiero ir a verlo, merezco mi final. Merezco mis respuestas —habló mordaz el menor, cerrando los ojos con fuerza—Solo... hazlo, por favor. Sabes que buscaré por mis medios la manera de ir con él, también lo veré en clases. Ya no pueden mantenerme encerrado por siempre, no soy un muñeco de porcelana que va a romperse.

—Abróchate bien el cinturón —fue la respuesta del mayor.

Cuando el castañito abrió los ojos se vio en un carro en marcha, los nervios comenzaron a bullir en su estomago. Aquel día salía de su larga estadía en el hospital, luego de tanto tiempo, luego de tanto dolor y angustia. Al fin tomaba un poco de aire fresco, ese día mas que ningún otro le pareció que el paisaje de su ciudad era hermoso. Tal vez también ayudase que su madre no estuviese allí, pues, le esperaba en casa para recibirlo con una "sorpresa" poco disimulada y de la que Jungkook ya sospechaba y no estaba muy emocionado de recibir.

Había una presión en su pecho, una presión que no se le quitaba desde hacía días. Un rostro que su cabeza se negaba a no recordar una y otra, y otra vez. Un sentimiento de tristeza que no sabía como controlar.

Él juntó sus manos sudorosas y exhaló aire, controlando el bullicio de sentimientos encontrados. No fue hasta que su padre posó una mano en su rodilla, que Jungkook cayo en cuenta de que habían estacionado frente a la casa de los Kim. Tragó saliva con fuerza y miró a través del espejo sin mover un solo musculo.

—Puedo acompañarte si estás inseguro, hijo —susurró su padre cubriéndole la mejilla con la palma de su mano libre, y le sonrió con amor.

—Yo... estoy bien papá, y quiero ir solo —dijo Jungkook lentamente, no queriendo lastimar los sentimientos de su padre, le dio un apretón a la mano que le cubría la mejilla, le sonrió sinceramente al hombre y empujó la puerta.

Se estremeció cuando estuvo de pie en el exterior. ¿Por qué lucía el lugar tan oscuro y sin vida?

—¡Jungkook! —le llamó el señor Jeon, apoyado del volante del automóvil, cuando su hijo le miró por encima del hombro él volvió a sonreirle y levantó un pulgar en alto—. Lo has hecho bien mi estrella en ascenso, estoy orgulloso de ti.

Eso fue lo único que el menor necesitó para llenarse de valor, y sintiendo la calidez que antes le faltaba en el pecho, caminó a pasó apresurado hasta detenerse frente a la puerta de los Kim, sobre una alfombra demasiado mullida y sucia. El lugar parecía que no se había barrido en días, por los montones de basura y polvo en el porche, todas las luces estaban apagadas, comenzaba a caer la noche así que Jungkook estuvo seguro de que la falta de luz haría ver el hogar oscuro y tenebroso.

No lucía como la casa a la que fue por primera vez, y durante un montón de veces más. Llenó de aire sus pulmones y toco tres veces con su puño; no hubo respuesta. No fue hasta su cuarto intento que la puerta se abrió con lentitud, él aguantó la respiración, deseoso de ver a Taehyung, su cuerpo entero cosquilleaba por verlo al otro lado, o incluso a Hyuna con su peculiar y amable sonrisa. Se llevó una gran decepción cuando ninguno de los dos abrió.

La señora Kim le devolvió la mirada al otro lado de la puerta, por un momento frunció el ceño y luego abrió los ojos muy grande en reconocimiento. Jungkook notó lagrimas secas en sus mejillas, ojos hinchados, tan rojos que asustaban, y una vestimenta completamente negra.

Bad Reputation -Taekook/Vkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora