Bad Reputation -Taekook/Vkook.

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— ¡Tú, ha sido tú culpa!

No procesando lo suficientemente rápido, Taehyung se tambaleó sobre sus pies al observar venir a los señores Jeon, pero su cuerpo se vio arrojado a las sillas de espera cuando su rostro se giró y el ardor recorrió una de sus mejillas. Una mano veloz había impactado contra él en forma de cachetada. El peli plateado se llevó una mano a la mejilla lastimada, sin atreverse a levantar la mirada, se quedó congelado en su posición dejando a su pecho arder como si fuese allí donde recibió el impacto.

—¡Tenías que haber sido tú! —rugió la señora Jeon saltando sobre Taehyung, y como una gata, sacó sus garras y lo rasguñó en cada parte de piel expuesta que encontró.

—¡Déjelo, le está haciendo daño! —se interpuso Seokjin cubriendo con su cuerpo el de Taehyung, protector, mirando con furia a la castaña mujer.

Taehyung no era capaz de reaccionar a los insultos, habían pasado horas desde que Jungkook había entrado en cirugía, y aunque su corazón había vuelto a latir, el doctor no les daba noticias de como iba todo o si iba a poder salvarse.

—¡Si tan solo te hubieses mantenido alejado de él, eres un ser despreciable, asqueroso! ¡Por tu maldita culpa!

—¡No le permito que... —comenzó a gritar Seokjin en defensa, pero, el señor Jeon, que se había mantenido al margen hasta ahora, zarandeo a su mujer tomándola por los hombros con delicadeza.

—Callate Ji Eung —pidió cansado, posando sus ojos oscuros en los perdidos de Taehyung, sus ojos eran idénticos a los de su hijo, el labio inferior del de pelo plateado tembló al notarlo—. Taehyung, ¿Cómo te encuentras? ¿Estás herido?

Hasta ese instante, Taehyung tampoco se había fijado en el aspecto que cargaba. Su ropa estaba completamente manchada de sangre, sangre seca y oscura aún cubrían sus palmas y uñas, su cabello estaba alborotado y su rostro hinchado de tanto llorar.

—¡Eres sorprenden Young Soo! —gritó histérica la señora Jeon, temblando de pies a cabeza, pero sin soltar una sola lágrima—. ¿Le preguntas al responsable de que tu hijo se muera que como está? ¡¿Que está mal contigo?! ¡Tu hijo se está muriendo y él está ahí, completo!

—¡Taehyung no ha tenido la culpa mujer! —exclamó el hombre perdiendo los nervios, Seokjin y Taehyung pasaron a ser simples espectadores de aquella discusión—. ¿Que insinuas? ¿Que Taehyung merecía la bala en lugar de Jungkook?

—¡Si, y mil veces si! —chilló ella golpeando con un puño el pecho de su esposo, quién no se inmutó—. ¡Ese horrible chico merece la muerte, porque es detestable, cambió a Jungkook! Mi bebé, y ahora mira dónde está.

Algunas enfermeras se habían detenido pudiendo que guardaran silencio o tendrían que llamar a seguridad, Taehyung quiso desaparecer, viajar a una realidad en la cual Jungkook estuviese abrazándolo, dónde pudiese sentir su calidez, su aroma a vainilla y escuchar de sus labios que todo iría bien.

—¡Ya basta, ya no más! —exclamó el señor Jeon por lo bajo, encorvandose para mirar fijamente a su esposa—. Él no tiene la culpa de nada, y entiende que nuestro hijo lo ama. Él único culpable aquí es quien disparó el arma, nadie más.

—¿Que pueden saber unos niños sobre amar? Ellos no se aman, creen hacerlo...

El señor Jeon estaba a punto de discutirle, porque la mujer parecía más enfocada en atacar a Taehyung que en el bienestar de su hijo aún en sala de urgencias; no obstante, dos personas llegaron a ellos corriendo, agitados y gritando el nombre de Jungkook de manera escandalosa. El pelinegro, parecía dispuesto a golpear a cualquiera que se interpusiera en su camino, y el pelirrojo, gimoteaba sin parar.