Bad Reputation -Taekook/Vkook.

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 La nota ondeó en el aire antes de caer justo a los pies de Jungkook, contrariado, el castaño se acuclilló y tomo aquella nota entre sus dedos, esta estaba cuidadosamente doblada. Jungkook miró a los alrededores, no había nadie en el pasillo que le indicase quién había dejado una nota para él, pero ya sospechaba de quién podría tratarse, sonrió de medio lado al comprobarlo. 

"Te espero a la salida, por la puerta de atrás, ¿estás preparado para una aventura? 

-KTH."

 Inevitablemente Jungkook sonrió ampliamente, guardándose la nota en el bolsillo de pantalón, sus mejillas se sentían calientes y la emoción burbujeaba en su sangre, eso era lo que  provocaba Kim Taehyung en él, una emoción tan grande que le asustaba. Cuando se trataba de él sus sentimientos fluían como en caída libre, y descubrió que no le importaba si al final terminaba estrellándose. 

 No prestó atención a las dos últimas dos clases, mordisqueo sus labios hasta el cansancio con la vista fija en la nuca de cierto chico con cabellos color plata, y cuando la campana anunció el final del día ni siquiera lo pensó dos veces, recogió a toda prisa su mochila y se despidió de sus amigos. Caminó dando zancadas hacia la puerta trasera de Weverse que era muy poco utilizada ya que era para caso de emergencia. Antes de salir al exterior Jungkook tomó aire tres veces, se alborotó el cabello para lucir despreocupado y dibujó una expresión de seguridad en el rostro, que se fue rotundamente al caño cuando lo vio.

 Taehyung apoyaba su cadera del barandal de los escalones de la salida, se había quitado la chaqueta del uniforme para atársela a la cintura, su camisa tenia los tres primeros botones desabrochados y llevaba su cámara fotográfica colgada al cuello, sin embargo, lo que lo hacía lucir gloriosamente guapo era una boina verde que llevaba puesta en la cabeza cubriendo sus mechones plateados, Jungkook se quedó paralizado por largos minutos antes de obligarse a caminar hacia su verdugo.

—Hola tú —le saludó Taehyung de primero, sonriéndole bonito y toqueteándose la boina—. ¿Cómo me queda?

—Hola —saludó Jungkook con voz ahogada, tuvo que aclararse la garganta antes de continuar—. Te queda bien.

— ¿Solo bien?

Y ahí estaban, aquellos pucheros que conseguían lo que querían, Jungkook no pudo contener una sonrisa.

—Con cualquier cosa que uses siempre lucirás guapo.

—Vaya —parpadeando varias veces seguidas el mayor lució sorprendido—. Cuando eres directo así, no sé qué responder.

—No solo tú puedes serlo —inflándose un poco Jungkook decidió relajarse, al fin y al cabo estaba con Taehyung—. ¿Es esta nuestra cita?

—Sí, decidí que quiero que sea espontanea e inesperada, como una aventura —y levantando su cámara Taehyung sonrió mucho más amplio, su rostro iluminándose—. Además, así tomamos algunas fotografías de recuerdo.

— Ni siquiera dejaste que me arreglara un poco. 

—¿No te lo han dicho? —Taehyung batió las pestañas hacia Jungkook haciéndolo reír. 

—¿Decirme qué? 

—Que eres jodidamente guapo y que incluso con un costal de papas puesto lo seguirías siendo  —aseguró, extendiendo su palma abierta para que él la tomara—. ¿Vienes conmigo? 

Contigo, todo; pensó, pero no lo dijo, solo asintió y estrechó la mano de Taehyung, dejándose arrastrar por el mayor. Ambos corrieron entre risas.